-Viento- susurra calavera- me siento tan sóla sin tus caricias. Rodeada de tierra, junto a cráneos rotos, olvidados y silenciosos… shhhhi, silencio, que no me escuchen los malos con sus ráfagas que hacen mudos de ojos vacíos y cuerpos inertes. Se tu mi mensajero, a ti no te harán nada. Ululale a mi amor lo que yo ya no canto; dile que si no yace a mi lado, si no ha caído en alguna fosa común, rellena de huesos de guerras perdidas, de sueños y esperanzas por detener el fascismo, si aún camina sobre nuestras cabezas seccionadas, que deje de buscarme que la muerte es fría y la vida deliciosa.
-Calavera- se cuela el viento entre las rendijas del mundo- conozco tu historia y la de los que quemaron tu carne por que no podían vencer tus razones. Siempre canto a los desheredados que no tienen muros sólidos que me detengan, siempre mis palabras de viento se hacen eco de tu dolor y el de los tuyos. Pero quien más puede no quiere escuchar y quien quiere no puede cerrar su herida con mis excusas.
Ella mana gritos por encontrarte, nunca detendrá sus batallas. Esa es su vida, vencer donde a ti te silenciaron.
LaRataGris
Imagen: Juan López de Ael
Poema: LaRataGris
Voz: Héctor Bermúdez Pérez