Hay almas tristes amándote. Están enamoradas por que tu se lo has pedido. No eres nada sin ellas y eres exceso utilizando lo mucho que te quieren.
Nuestra historia de amor es como la de tantos. Tu estas ahí y yo he nacido para estar sobre tu piel. Siempre me dices: yo soy asín, quiéreme Y más vale hacerte caso que la policía del pensamiento finge mirar hacía otro lado cuando me vigila.
Soy prisionero de tus sentimientos, del no sentirte valorado. Eres tu o convertirme apátrida del corazón.
Tus amigotes te vitorean, quieren mansos borregos, limpios y calladitos para todo menos para proclamar a los cuatro vientos su amor. Aisch, como te quiero cuando me pones una pistola en la nuca, como me hacen amarte las amenazas.
LaRataGris