El viento me trae la fragancia suave del pasado. ¿Recuerdas? La noche gemía sobre nuestros cuerpos desnudos mientras la luna, tímida, miraba de reojo tras una nube cargada con lluvia de verano.
-¿Cómo te llamas?-Sorprendido mire tus palabras tan sólo un segundo, justo antes de regalarte mi nombre. Estábamos condenados a ser un momento fugaz cuando te empeñaste en hablar, aún jadeantes.
– Mario…-Me recitaste un poema horrible donde yo era sinónimo de luz- Es muy bonito- aunque creo que las carcajadas me delataron.
-Supongo que gracias.
– Es que ya no era necesario, ya…- tus labios estremecieron mi piel y respondí a tu nueva invitación con los ojos vendados.
-Unicamente acabara cuando nosotros queramos ponerle fin- Mis manos tomaron tu cuerpo, expectante, mientras tu voz me susurraba el tuyo-Mario y Mario, el viento nos casara esta noche y cuando lo escuchemos hablar sabremos que nos traerá esta suave fragancia.
LaRataGris