Fue un poeta, también un físico teórico y un biólogo . Entre los tres trazaron una teoría en forma de soneto, salpicada de romance y fórmulas llenas de incógnitas que poco a poco se iban despejando.
-Las estrellas- era una de sus hipótesis- están al alcance de nuestras manos, unicamente hay que aplicar los resultados al mundo real.
La idea era machacar sus cuerpos estelares y con su polvo hacer que brillaran los zapatos, los cromos, las paredes…las podríamos mezclar con los cereales.
Inventaríamos máquinas fabulosas accionadas con la fuerza de los astros, secaríamos el cielo… lo apagaríamos.
-Nos hemos vuelto más locos, no más soñadores- Susurraba el bioloco mientras quemaba sus apuntes.-No publicaremos nuestro descubrimiento.
-Será como cogerlas en la palma de la mano, sintiendo su calor sin quemarnos, abrazándolas sin alterar la realidad- sentenció el poeta mientras el físico teórico asentía.
LaRataGris