El niño quiere un teléfono. No quiere hablar, ni llamar, ni que le llamen, lo necesita para jugar con sus amiguitos en los nuevos parques virtuales.
Se promete explorar mundos lejanos desde la comodidad de casa, aprender y divertirse. Pero el pobre es demasiado pequeño.
En su dulce hogar son muy estrictos con este tema.
-No- le dice su padre- cuando seas mayor.
-No- le dice su madre- Ya tendrás tiempo.
Mientras tanto puede ver como papa chatea con los colegas del curro, como mama se ríe con el nuevo video viral, a su hermana subiendo un video en el que hace malabares con cuchillos,…
El niño obedece y espera, aprende a hacer un uso responsable de las redes con buenos ejemplos.
LaRataGris