Hay un lenguaje nuevo, se sirve del antiguo y desgastado, lo dota de un significado distinto.
Es un código horrible, apesta para los puristas que, hace ya demasiado para recordarlo, rompieron los normas establecidas para imponer los suyas.
Suena moderno y efectivo cuando es usado por pieles tersas e imparables. Se prepara artificial entre arrugas que quieren ser edades que ya no habitan; lo mezclan con lo que fue tendencia, lo pronuncian con acentuada entonación, convirtiéndolo gomoso.
Con el tiempo será mestizo, normal y a batir, como todo código que viene a comerse el mundo.
Así es como nos repetimos, en formas para evitar la evolución. No queremos ir cada vez un poquito más allá en los nuevos significados.
Necesitamos más verbos y menos adjetivos, aunque no busquen esa dirección.
LaRataGris