La cosecha de ojos no había sido demasiado buena aquella primavera. Habían florecido demasiado temprano y las cuencas oculares quedaron expuestas a una climatología inadecuada. Seguramente se marchitarían antes de salir del almacén.
Joan ajusto la temperatura para compensar la externa y así adaptarla a los brotes tardíos, con suerte podría salvar la temporada con aquellos rezagados.
Una llamada del Sant Mary’s parpadeaba constante en el videófono. Ya les había retrasado tres veces el pedido con la consecuente cancelación de operaciones que provocaba, dinero.
Mucha gente bonita no podría lucir el color de moda aquel verano, se tendrían que conformar con una actualización ya pasada de moda, con conseguir una nariz adecuada o intentar agenciarse unos ojos del mercado negro, esperando que no se les cayera el color a mitad de temporada…
El universo quería colapsarse y no sabía cómo.
LaRataGris