-Cuando yo era pequeño todo esto era campo- dijo el anciano señalando el infinito de la ciudad.
La frase se perdía con él, el último en ver la naturaleza salvaje. Ahora todo estaba ordenado y los recuerdos necesitaban el préstamo de los que vivieron en los viejos tiempos.
-Cuando era pequeño- se adaptarían las palabras al futuro-, siendo yo pequeño había un señor que decía: hasta donde alcanza la vista, todo era campo.
…
-Cuando yo nací,- si en algún momento todo cae, diré- hasta donde alcanzaba la vista se extendía una bulliciosa ciudad llena de vida gris.
Los escombros describirán en braille la opulencia de otros lujos, regresaran las plantas para reclamar su espacio, nos apagaremos poco a poco.
-Cuando yo paseaba sobre la piel de la tierra nadie recordaba. Importaban los macro intereses económicos. Un muerto de hambre o millones de ellos, insignificantes moscas ante la vida de un hombre rico.
-Cuando yo nací ya existían las frases hechas, hasta donde alcanzaba la vista el mundo había cambiado sin que nadie hiciese nada más que constatarlo.
LaRataGris