El poeta, leído con desprecio y macárreo, declinó en latín para demostrar cultura. Contó su vida en verso y rezó tres ave María para que nada se saliese del camino.
– Hoy me levanté cansado. Tanto que ni me lave los dientes, ni canté, ni desayuné, ni me peiné; ni me puse las barbas de persona respetable. Fin.
Su familia le aplaude, le miente, le da un diez en poesía. Cuatro amigotes alimentan su ego.
– Eres el mejor
– Un poema necesario.
– Increíbles y fantásticas neuras.
Animado recitó con gran éxito y alboroto de sus padres: “Hora de comer», sigue con «Canción de ducha» o “me voy a dormir prontito que parece que molestes».
luego saludo y adiós.
LaRataGris