Todo estaba tranquilo, una página seguía a otra, la historia crecía sin que el mundo explotase pero a la vez explotó.- No esta pasando nada- me dijo- pero noto como el corazón se me acelera y me late más rápido.
Creo que sintió que empezaba a respirar cada una de las palabras, se bañaba en el color de cada linea, cada matiz lleno de esa compleja sencillez.
Aquel mundo ya era parte de él, se había abierto la puerta y ya nada lo detendría. Millones de páginas esperando al turista accidental, le daban la bienvenida al universo.
Era su primer libro llave, sentido emocional para que nada vuelva a ser pequeño.
laRataGris