Los misterios de los monumentos ridículos

Capítulo 1.

Barrio de la talus. Año uno después de la cuarta crisis.
-Cuando Ramon Seisdedos Marquez, vecino del popular barrio del Talus, murió su único pariente vivo conocido, un chihuahua al que quería como a un hijo, heredó todas las facturas y compromisos del amo.
– Guau
-Intuyendo la imposibilidad de recuperar su dinero los diversos acreedores han interpuesto una demanda colectiva con la intención de que, en palabras del abogado principal de la acusación, Ese maldito chucho del diablo sienta todo el peso de la ley.
-Guau, guau.

– Te has fijado- señala el televisor- el perro le esta meando la pantorrilla.
– Apaga eso antes de que te quedes…
– Más idiota de lo que ya eres, aunque sea imposible- pronuncia cada palabra con la desgana de haberla escuchado mil veces- deberías empezar a buscar comentarios más originales si no quieres que te los roben antes de tiempo, empiezas a repetirte
Ignorándolo coloca el último palillo de una torre eiffel  levantada a base de mondadientes planos- listo, otro monumento para la colección.
– Sabes, por esta vez te haré caso- apaga la caja tonta enmudeciendo el aire. Lleno de vacío se ve en la necesidad de romper el silencio- total ahora van  a hablar del tipo ese que no deja de insultar a la ONU
– ¿Hank?
– Como se llame, el de: ¡Os voy a meter una bomba por el culo a todos los representantes de las Naciones Unidas! Puto pirado. La tele necesita dejar espacio para la poesía- se levanta impulsado por un resorte imaginario y con las manos clamando al cielo recita

– El cielo susurra tu nombre
y se que eres mi hombre.
Aunque me robases el coche
te amaría toda la noche.

– Cállate ya- se apresura a detenerle- eres un pésimo poeta, aunque existiese ese delicado espacio tu no estarías invitado a el.
Antes de que pueda mandarlo a la mierda el tintineo de la vieja campanilla de la puerta llama su atención.
– Buenas tardes- Un hombre alto, de rostro impenetrable, entra cojeando a la oficina. Viste de una forma demasiado elegante para esa zona de la ciudad.
– Buenas tardes- contestan al unísono mientras Harold comienza a fingir que escribe palabras en el portátil apagado
Lloyd se levanta tendiéndole la mano al recién llegado.- Señor Hank, por la tele parece usted muchisimo más enfadado.
– No han de preocuparse- contesta el extraño- si no son de la O.N.U. no tengo nada contra ustedes. Además, preciso de su ayuda.
– Usted dirá -Lloyd se recoloca en la silla mientras le señala otra a Hank.
– Mi socio acaba de morir y quiero que encuentren algo que me intento esconder toda su vida.

Sede secreta, no oficial, de la organización de las naciones unidas:
El operario quince mil uno juguetea con un post-it rosa fluorescente, lleno de manchas de tinta y palabras parecidas a los surcos de un riachuelo.
– Se requiere cierta habilidad- explica el agente especial cero cero setenta y siete- para que tu escritura suene como una línea sin sentido. Es una clave complicada de descifrar- mira orgulloso de su habilidad, hinchando la papada como un sapo rechoncho.
– Y, ¿Qué pone?- Quince mil uno se humedece los labios mientras observa el galimatías allí escrito, sin demasiada esperanza de poder entenderlo a menos que setenta y siete empiece a colaborar.
– Es sobre el contacto de Hank con la agencia de detectives.
-¿ Si?- le apremia quince mil uno mientras teclea en una vieja máquina taquigráfica-¿De qué hablaron?
– Hank les ha estado hablando del chihuahua y de los monumentos ridículos. La lengua le daba zarpazos a ese malnacido. Parecía como si no pudiese parar de largar
– ¿Crees que pueda haber comprometido nuestros intereses?
– No, dependerá de lo que encuentren. De momento sólo han aceptado el caso para poder cobrar. Pero ya nos ocuparemos de que no halla nada al final del camino que les haga albergar alguna duda sobre nuestras buenas intenciones.
– ¿Qué nuevo curso ha de tomar la acción?
– Continuar la persecución camuflada del individuo, intentar desviar la atención de los investigadores sobre otras construcciones mínimas que les impida desentrañar los misterios de los monumentos ridículos. Eliminar al chihuahua antes de que consigan el collar ultrasónico.
– ¿Coste total?
– Siete hombres y seis días.
– Excelente- con un gesto despacha al agente mientras revisa la hoja para comprobar que todo este anotado. Una vez satisfecho busca un hueco entre los archivos clasificados sobre Hank. Demasiado papeleo, piensa a la par que anota en una esquina: referencia cuatro cientos ventiseis. Contacto agencia- tocapelotas: ver papelera. Y lanza una bola de papel arrugado, con todo lo que acababa de escribir, a la basura. Se queda unicamente el post-it, que pega sobre la portada para que no se pierda.

LaRataGris

Fin capitulo uno.

Bestseller para Insectos comunes, principios sin final.
Acabas de leer la nueva aventura de Insectos comunes. Se trataba de escribir el primer capítulo de un bestseller. El título estaba escogido según las iniciales del nombre de cada uno de los componentes y una tabla elaborada por el Cerdo Venusiano. Existían varias normas al respecto que espero haber cumplido.
A mis compañeros y compañera les toco otros titulos, a cual más loco, disfrutalos:
Poe y los castigos rojos por Esther Magar

Los ejércitos de los robots tecnológicos por Jean Rush

30 años de relojes binarios por Daniel Centeno

Las torres de los orgasmos secretos por Toni Cifuentes

5 historias de castigos binarios por Luis Ernesto Molina Carrillo

Pasión y 5 historias de los exquisitos por Manu LF

Los crueles postes rojos por Benjamín Recacha

Y si quieres saber como acaba este bestseller Luis Ernest Molina Carrillo lo acabo en nuestra Cita a ciegas

5 Responses to Los misterios de los monumentos ridículos

  1. […] muy posible que varios de ustedes ya hayan leído, o por lo menos comprado los misterios de los monumentos ridículos (LMMR). El resto de ustedes probablemente esté esperando la adaptación al cine que sale el […]

  2. […] Cita a Ciegas con LaRataGris de Luis Ernesto Molina Carrillo, acabando un texto de LaRataGris […]

  3. […] a ciegas con LaRataGris, de Luis Ernesto Molina Carrillo, concluyendo el texto Los Misterios de los Monumentos Ridículos, de […]

  4. […] a ciegas con LaRataGris, de Luis Ernesto Molina Carrillo, concluyendo el texto Los Misterios de los Monumentos Ridículos, de […]

  5. […] tecnológicos, por Universos Jean Rush. 5 historias de castigos binarios, por Cerdo Venusiano. Los misterios de los monumentos ridículos, por LaRataGris.Pasión y 5 historias de los exquisitos, por Manu […]

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