Mrs Black ha muerto

-Habitación trescientos ochenta y seis, señor White. Ahora aviso a un botones para que le suba el equipaje.

-No será necesario.

Arrastra la gran y pesada maleta. En el ascensor para en cada piso, le preguntan si sube o baja y nadie sube con él, se quedan esperando uno vacío que nunca llegara.

En la suite abre e equipaje y sale una mujer pequeña, desnuda, con la mirada clavado en el suelo, en un silencio cortante. Como un susurro se acerca hasta la cama, donde se tumba.

El señor White saca un brillante cuchillo y empieza a hacerle suaves cortes sobre la piel. La vida escapa como el vaho en la mañana, sin que ella emita ningún sonido; él gruñe como un cerdo mientras los cortes son cada vez más profundos. Ya muerta la penetra antes de llamar a recepción.

-¿Recepción, dígame?

– Hay una chica muerta en mi habitación.

Y, aunque no es un servicio que ofrezca el hotel, contestan sin inmutarse – Disculpe MR. White. Un botones se la retirara enseguida y le proporcionara una nueva de inmediato.

-Que sea castaña. De mirada viva pero sumisa. Que cada vez cuesta más ser un hombre en este sitio de mierda.

-Por supuesto señor White. No tardaremos nada en devolverle la normalidad.

LaRataGris.

2 Responses to Mrs Black ha muerto

  1. Hanna dice:

    Ufff, cada vez cuesta más ser humano en este mundo vacío de sentimientos.

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