Llevaba, escrita en la piel, una frase motivacional. Tatuada en un lugar visible.
La gente, pensaba; puede verla, sonreír, sentirse inspirada.
Como si sonasen metales y se volviesen locos bailando; moviendo los pies, la cabeza. Retorciendo su cuerpo de placer. No dejaba de imaginarlo.
Que llenen una copa de frio néctar- Brindemos por un futuro esperanzador.
-iSalud! – gritaran todos levantando uncáliz dorado. Mientras el tatuaje no pierda color se mantendrá la esperanza.
Pero la frase empieza a verse pálida, ya no tiene el mismo sentido que cuando se la copió. Leerla no era suficiente.
Pasado el primer instante solo eran unas palabras ridículas, de un otro mundo lleno de una magia de la que el nuestro carece.
LaRataGris.
Escrito por laratagris 






