Al calor de la vejez

8 enero 2024

En aquella época del año era habitual ver familias enteras que se parecían entre ellas. Imitando a los viejos seriales de televisión con madre y padre perfectos, niños con el punto exacto de ternura y travesura. Dos abuelos entrañables coronaban la estampa, él con barba cana y ella con delantal y sonrisa constante.

Diversos, elegantes, fingiendo amabilidad y buenas maneras.

La gente los paseaba orgullosos, presumiendo de las ausencias del año con el exceso de unos días.

Muchos de aquellos abuelos habían sido adoptados para generar esos momentos mágicos. Los más jóvenes disfrutaban de opíparas cenas de nochebuena y atracones en navidad. Luego se llevaban tupperwares con las sobras para recordar durante una semana la melancolía de las fechas.

Ya llegaría el abandono, la rutina ahogando la imagen idílica.

Muchas adopciones de gente mayor no llegan a buen termino.

– iFeliz Navidad!- se recargaban ahora que podían, reservaban para que la sensación les durase un año entero. Con suerte, algunos, estarían vivos para la próxima adopción.

LaRataGris.