Financiamos tu pobreza

7 enero 2022

Quebrar


Melancolía navideña

21 diciembre 2021

No te lo envuelvo pero lo puedes coger como un regalo.


Querido Papa Noel

17 diciembre 2021
Querido Papa Noel:

Algunos regalos.


Vidas apagadas

26 noviembre 2021

Picotea un poco.


Brindar para olvidar

25 diciembre 2020

Brindar para olvidar

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Más luces

7 enero 2020

Más lucesld


Tonto quien lo crea

18 diciembre 2014

tonto quien lo crea


Duplicados

3 febrero 2014

Día uno. Hoy he decidido comenzar a fraccionar mi vida, como vuestros calendarios solo que yo, hoy, empiezo de cero, mi día uno. Anoto los acontecimientos importantes, espero, lo releo… No es una agenda, ni un diario, es una reflexión sobre lo relevante e irrelevante de cualquier suceso.

En cierta manera me doy cuenta de que no puedo desenlazar lo que me pasa, lo que pienso, de la realidad. Mis actos se enredan con ella y grito- viva la república- cuando toca-felicidades- para los cumpleaños ajenos- no es una democracia, te quiero…

Superados los primeros días se van sucediendo, veinte, veintiuno, veintidós,…cuatrocientos dieciséis. Contabilizo más allá de los que tiene un año y, cuando me quiero dar cuenta, estoy calcando los actos descritos trescientos sesenta y cinco días antes. De nuevo- feliz navidad, bienvenido al día internacional de las enfermedades raras, cuanto facha junto….- soy un videojuego de actos reflejos y esquemas en mi forma de ser importante.

LaRataGris


Desaprendiendo hormigas

9 diciembre 2013

Acercaos mis niños y niñas, escuchad sobre la imaginación y la creatividad que os están robando para que podáis ser buenas hormiguitas:

Cuando Alicia era tan pequeña como un ratoncito de tres años fuimos a una actividad organizada por la navidad, a los centros comerciales les encanta mantener a los cachorros entretenidos mientras los adultos compran y compran y compran infinito amor de consumo rápido. Ella, siempre que veía un enjambre de niños entretenidos, insistía en acercarse y jugar como una niña normal. Yo me quedaba a su lado mientras ella adornaba algún árbol con ceras de colores, hacía brillar las estrellas con purpurina o no decapitaba a tres reyes… Escogió un calcetín de los que cuelgan en las chimeneas de muchas series y se sentó junto a un grupo en edad escolar, de los que ya saben como van las cosas.

Alicia miró todos los materiales a su alcance y se decidió por un color tan negro que se comía todas las líneas del dibujo; convirtiendo su calcetín navideño en uno desparejado, corriente y moliente. Sus improvisados compañeros comenzaron a reírse, se daban codazos y señalaban aquella locura. Ella, sin darse cuenta, continuo hasta que todo fue una mancha y pudo dejar la cera. Acto seguido cogió un bote de purpurina y trazo varias cenefas que silenciaron las burlas. Ninguno de los niños adiestrados hubiese sabido hacer aquello. Les habían enseñado que el color, que el no salirse de la línea, que lo raro…ahora intuían sin saber por que, tenían que desaprender a ser hormiguitas.

LaRataGris


Mundo a pedales

15 abril 2013

Su mundo, su ir y venir al trabajo, empezaba a ser insuficiente. Se le antojaba pequeño y decidió ampliarlo con las sobras de lo que ganaba. Junto los restos de cuatro salarios con la paga extra de navidad y se compró una bicicleta para el fin de semana.

Al principio pedaleaba, luego volaba de un lado a otro, sin rumbo fijo, dejando atrás el tedio semanal con la rutina del fin de semana: levantarse temprano, apurar hasta que el cielo se cerraba y volver a casa sabiendo que aún tenia cosas por ver.

Un domingo se dio cuenta de que empezaba a repetir las zonas. Nunca podía ir mas allá de según que punto sin tener que volver corriendo por que llegaba tarde a trabajar. Se compró un coche, engancho la bicicleta a un remolque del cual ya no la bajo e hizo todos los kilómetros que le permitió la nueva libertad. Siempre a más distancia pasaba como una exhalación para regresar mas deprisa, más rápido, más y más por que siempre se le faltaba aliento por vivir. Conocía las carreteras por las que viajaba de una forma monótona y maquinal, se perdió en ellas hasta que el espacio se le volvió a antojar imposible y necesito cambiar de nuevo. A saltos de avión se escapó por todo el mundo, de aeropuerto en aeropuerto y regresar. Abarcaba la realidad sin llegar donde necesitaba.