Nació con la edad del régimen anterior. Un libro de estilo, de ser y actuar con las palabras amables y los compromisos de no molestar demasiado. La constitución tenía que ser un faro iluminando con vivienda para todos, trabajo justo y dignidad. Como la celebraron a pesar de las claudicaciones al miedo, como la vitorearon, juraron y olvidaron cada vez que les fue necesario.
La consultaban a su favor y olvidaban los derechos. Se hacían los suecos para no tener que dar explicaciones y todos teníamos que aceptarla por que era imposible cambiarla.
De golpe y porrazo ya no servía, se tenía que ir deprisa, maquillarla, adecuarla a los tiempos a la baja que corrían para los mercados… sirvió para recortar derechos, obligar compromisos y destrozarla un poquito más.
Una constitución que me prometía igualdad me la rebaja por el bien del dinero, una constitución sumisa se vuelve un poco más dócil, una constitución que no servia de nada ahora sirve para cosas peores…
Nos prometía trabajo y nos dará trabajo llegar a final de mes, no para quienes firman por los recortes si no para los que sin esos recortes se quedan en nada, cada vez más.
Que se queden su credibilidad, sus mercados y sus gestos… que nos dejen vivir de una vez. Cambiar la constitución si, pero así no.
LaRataGris