Amanece en la ciudad de nadie, donde cada calle es del mejor postor y las fuerzas de la ley y el orden venden seguridad a cambio de miedo. Vigilan cárceles de libertad, mantienen a los presos atados a futuras violencias que justifican cualquier barbaridad.
Millones de hormigas mantienen los silencios necesarios para que no sean las ideas si no los intereses los que definan su sociedad. Están aterrorizadas y el poder despliega intimidatorios grupos que hagan palpable el estado de terror que se avecina si se siguen comportando como ciudadanos emancipados.
-Vuelvan a sus quehaceres diarios- parecen querer decir- no se detengan a pensar. Nosotros, los afortunados, ya sabemos que camino tomar… A quien cederle la ciudad.
LaRataGris.
Escrito por laratagris 






