ultimamente necesito demasiado ese sueño reparador que de tanto en tanto pide la vida. Mis parpados empiezan a pesar como el yunque que le cae encima al coyote, mi cuerpo deja de responder. Me convierto en un autómata al que se le ha terminado la energia, aún me muevo, aunque más por inercia que no por un deseo real.
Amanezco con ganas de hacer nada, o un poco menos que nada, mientras me quemo a lo largo del día. Nunca la reparación del sueño es total y, aún así, noto que tengo demasiado por hacer, no puedo parar.
Con la poca fuerza que voy recogiendo intento aprovechar al máximo, no es una carrera, no pretendo llegar al final pero si recoger todas mis estrellas fugaces por el camino. Igual solo llego a la mitad, puede que menos, pero marcare mi ritmo… me detengo y cojo fuerzas para llegar donde yo quiera.
LaRataGris