Un día descubrió que podía vivir sin lo esencial. ¿Comer? ¿Respirar? producir era lo único que le exigía su empresario y se puso a trabajar como una mula.
Ni la muerte le detuvo- Se lo debo todo al amo- se decía circunspecto-. No necesito nada más si él es feliz.
Y no se mentía, se lo creyó incluso en su prematura muerte; a pesar de los dolores, a pesar del silencio. Fabricar, construir, obedecer… esa era su única vida.
LaRataGris
Escrito por laratagris 






