Hace tiempo, como en un cuento lejano, sucedió algo mágico: la gente se puso de acuerdo para hacer el bien.
Por supuesto el capitalismo se apropió de la idea.
-Os apoyamos- dijo ese capitalismo-. Seguid comprando.
Y la gente empezó a pagar por la idea que dijo era suya. Compró su compromiso y aplaudió hasta tener las manos rojas porque el capitalismo solo había tardado varios siglos en hacer lo correcto.
-Bravo- gritaban
-Gracias, comprad- les insistía el capitalismo.
Mientras la tendencia estuvo en alza todo fue muy especial. Todos reforzaban la idea, todos se sentían orgullosos, todos a super muy, mucho, a tope.
Pero la moda pasó como los segundos en el reloj.
– Esta moda, este ahora es nuestro verdadero yo. Seguid comprando.
y mutó como cientos de veces había hecho antes, el capitalismo siempre se adaptaba para que siguiéramos comprando: mentía, fingía.
-Lo que sea necesario; eso haré pero no dejéis de comprar. Por favor, por Dios, por Shiva, por las Tortuga Ninja en el capítulo cuarenta y tres. Comprad.
LaRataGris
Escrito por laratagris 






