Reptó hasta un rincón al que no llegaba el sol, su cuerpo frio respiraba muerte y tristeza.
-Pobre Jorge – musitó Alden en terciopelo-. Ha sido con diferencia el peor de nosotros y, aún así, su final llega como una ráfaga de pena.
– Yo – lapidó Ger- no siento ninguna compasión por sus huesos. Igual que él tampoco tuvo ningún remordimiento en ser brazo ejecutor.
No suficientemente lejos, Jorge, escuchaba toda la conversación, intentando que no afectara al mundo que se había montado. Repaso todos los fracasos de su vida, los excesos en el éxito. Nunca había hecho nada que no quisiera.- Todo lo hice con convicción- susurró
– iY sin piedad!- le gritó Ger-. i Hijo puta!- e inmediatamente murió sin que nadie quisiera recoger el Cadáver.
-Pobre Ger- Musitó Alden.
LaRataGris