¡Sí!

22 marzo 2022

-¡Sí!

-iSí!- gritan los psicópatas-. ¡Adelante!

Siempre en positivo y quieren que tú también sí. Un sí proactivo, un sí feliz por cualquier cosa o mierda que se disponga.

-¿¡Quieres!?

-iSí!-como yonkis ante su dosis. Con el brillo de sus ojos llorando fanatismo.

Sin conocer las consecuencias, sin pensar -¡Sí, si, sí!

-Te abrirás a un nuevo mundo. Conocerás, aprenderás. Participa.

Es cierto que nunca has querido esas mejoras, que tú prefieres otra vida pero… así has de ser, estar a muerte con lo que te pidan. ¡Sí! Grita una vez más.

Así te educan desde pequeño. Prueba, lo nuestro, aprende, lo nuestro, sigue la senda; claro esta, la nuestra. No reflexiones y Lanzate al abismo con un optimismo desmesurado.

-¡Sí!

LaRataGris


Aire

28 julio 2011

Supongo que el anuncio llegó en el mejor momento. El aire en la ciudad estaba cada vez más viciado, era espeso y respirarlo te dejaba un poco muerto. Seguías caminando pero sin saber muy bien donde ir o que hacer.

Todas las emisoras parecían querer dejar patente que así era imposible vivir. A cualquier hora hablaban de la polución, la suciedad, los gérmenes y enfermedades que llegaban con el viento.

-Taratatata- sonaba constantemente la melodía- compra aire puro- repetían los altavoces de infinitas esquinas. El nombre de la empresa se quedaba flotando en la cabeza durante unos segundos antes de desaparecer, lo suficiente como para que pudiésemos salir corriendo hacía las tiendas con las ideas claras, las palabras grabadas. – Por favor, deme aire puro de Siluro S.A.-

En dos días se agotó las reservas de oxigeno prefabricado y, los que habíamos probado su pureza, temblábamos por una pequeña dosis para poder acabar con aquel mono insufrible. La fábrica lanzaba malos humos que lo empeoraban todo. La maquinaria producía más rápido de lo que podía, los ejecutivos se frotaban las manos pensando en como toda esa contaminación se transformaría en dinero. Los consumidores hacíamos cola a las puertas de la industria, seguíamos los camiones de reparto, agotabamos cada remesa más rápido que la anterior, como si el aire fuese algo vital que no podíamos conseguir de otra manera.Comprando aire

Cada vez mayor demanda, mayor producción… peores humos. Como el cadáver de un pez arrastrado por la corriente, nos dejamos llevar…

A nadie le extraño que nos intentasen vender el aire, siempre ha habido caraduras, pero que todos se lo comprásemos…

LaRataGris