
Aires de rico
12 agosto 2022Enemigos condenados
19 octubre 2021Empezaron a dividirnos en dos grupos. Por un lado definían a los integrados; eran ganadores natos a los que nadie señalaba. Podían campar a sus anchas, incluso tener pequeños deslices perdonables.
Habían vendido su alma y eso era suficiente para triunfar.
Del otro lado estábamos los que perdíamos las batallas y, poco a poco, nos iban acorralando. Siempre nos dejaban un pequeño espacio para que pudiésemos sentirnos vencidos entre cuatro paredes. Reducían la riqueza de nuestro mundo prisión.
Luchar empezábamos a imaginarlo inútil, teníamos que contentarnos con gritarle la desesperación al aire.
Yo, que jamás había querido formar parte del sistema, me encontraba atrapado. Incluso mis guerras nacían muertas.
Y, aunque quiero acabar la historia con una revolución esta no depende solo de un escritor ¿Me ayudas a reescribir las últimas líneas?
LaRataGris
La Plaga desde fuera
24 septiembre 2018Encerraron el frio de la mañana, molestaba a demasiada gente y lo consideraron inadecuado. Todas las entradas de la ciudad, las salidas, se cerraron con una enorme cúpula de cristal templado. Un brazo hidráulico la subía y bajaba a su antojo, evitando que las personas se sintiesen atrapadas.
Dentro todos parecían felices con su termo-regulación. Siempre había quien quería aumentar a disminuir la temperatura pero al final la convivencia se imponía.
Con el tiempo un queja constante quiso que ya no hubiese más aperturas- Solos estamos mejor-. Sellaron la semiesfera al suelo para así poder mantener un ambiente tranquilo y constante.
Se suspendieron las relaciones con otras partes del mundo, tintaron la gran ventana para que nada, ni nadie, contrariase la hegemonía dominante.
ooo
Aquella cúpula era casi un mito. Una gran muralla que aislaba a sus residentes del exterior. La expedición abrió una brecha por la que salio un gas concentrado. Con cuidado entraron para encontrarse los cadáveres llenándolo todo. Una plaga, algo que en apariencia no supondría un problema, había diezmado a aquella población atrapada.
LaRataGris
El viejo engranaje
28 noviembre 2016Noto que mi vida como engranaje va llegando a su fin. La maquinaria ya no rinde al ritmo que ellos quieren y todos las miradas se posan en mi-La vieja pieza ya no sirve.
Han intentado engrasarme, apretarme las tuercas, pero no es algo físico. Es el cansancio de mis dientes mentales, mellados por el roce , día a día, de lo que no quiero ser.
-La rueda ha de seguir girando-me gritan los que no entienden la vida sin esa esclavitud- has de ser tan sumiso como nosotros, dobla tu cuerpo para que se enganche mejor.
Pero yo ya estoy soñando con ser un pájaro de viento.
…
Se deshacen de mi sin miramientos. En el vertedero, rodeado de basura, junto a los desechos de esta sociedad de lo nuevo, me siento algo más vivo. No soy parte de nada, ni quiero serlo, ya he estado demasiado tiempo atrapado.
Un día llega el artista, recogiendo inmundicias para acunarlas en sus cálidas manos. Vuelve a dejar con mimo todo lo que no le sirve. Yo soy una de las piezas escogidas.-¿Quieres venirte conmigo?- Y le acompaño canturreando un susurro.
-¿Quien eres?-no me contesta.
….
Su casa parece hecha de sobras, viejos papeles coloreados por un niño llenan todas las paredes. En medio del comedor una enorme escultura de un pájaro lo domina todo. Me pregunta- ¿Qué quieres ser?- No espera respuesta, no soy más que un viejo engranaje.
Acabo pintado de amarillo, integrado en la estructura de la gran ave. Conecto con los desgastados poleas y la llave de un antiguo robot gira sobre mi. como si lo hubiésemos hecho toda la vida, respondemos todos a una, haciendo chirriar las alas metálicas. El artista nos lubrica y deja que escapemos volando por la ventana, no soy aire, no soy viento, soy un Ave Fénix renacida y, en ese momento, es lo que quiero ser.
LaRataGris
Aire
28 julio 2011Supongo que el anuncio llegó en el mejor momento. El aire en la ciudad estaba cada vez más viciado, era espeso y respirarlo te dejaba un poco muerto. Seguías caminando pero sin saber muy bien donde ir o que hacer.
Todas las emisoras parecían querer dejar patente que así era imposible vivir. A cualquier hora hablaban de la polución, la suciedad, los gérmenes y enfermedades que llegaban con el viento.
-Taratatata- sonaba constantemente la melodía- compra aire puro- repetían los altavoces de infinitas esquinas. El nombre de la empresa se quedaba flotando en la cabeza durante unos segundos antes de desaparecer, lo suficiente como para que pudiésemos salir corriendo hacía las tiendas con las ideas claras, las palabras grabadas. – Por favor, deme aire puro de Siluro S.A.-
En dos días se agotó las reservas de oxigeno prefabricado y, los que habíamos probado su pureza, temblábamos por una pequeña dosis para poder acabar con aquel mono insufrible. La fábrica lanzaba malos humos que lo empeoraban todo. La maquinaria producía más rápido de lo que podía, los ejecutivos se frotaban las manos pensando en como toda esa contaminación se transformaría en dinero. Los consumidores hacíamos cola a las puertas de la industria, seguíamos los camiones de reparto, agotabamos cada remesa más rápido que la anterior, como si el aire fuese algo vital que no podíamos conseguir de otra manera.
Cada vez mayor demanda, mayor producción… peores humos. Como el cadáver de un pez arrastrado por la corriente, nos dejamos llevar…
A nadie le extraño que nos intentasen vender el aire, siempre ha habido caraduras, pero que todos se lo comprásemos…
LaRataGris