Aprender errores

13 febrero 2024

Estoy seguro de que me recordaras de otros cuentos que acabaron mal.

Me rajaron siete cabritillas, me llenaron de piedras y me tiraron al río. Tres cerdos me escaldaron; la niña de la caperuza roja convenció al cazador de que me disparase a bocajarro y otros mil historias de los que no salí vivo ni de milagro. Tengo el cuerpo rectificado, válvulas en la cabeza y el tabique de platino.

Estoy tan harto, tan sumamente harto que ahora ayudo a las ancianas a cruzarse de acera, sonrió a los niños, respeto para que todos se confíen y, cuando ya nadie se lo espere, estallará la bomba. Me lo llevare todo por delante.

Yo ya he vuelto varios veces de la muerte, he aprendido de mis errores. Veamos si tú, que te gusta tanto matar, sabes también resucitar.

LaRataGris


Mmm… cuerpo de cristo.

26 agosto 2011

El hombre masturbado, de miembro flácido y mirada triste, se siente culpable por el simiente desaprovechado.- Lo derramo en la tierra- reza su pena- que crezca. Haz de mi impureza virtud, señor- Pero nadie escucha sus plegarias. A pesar de regar cada día con esperma, mimar el suelo y soplarle bonitas canciones de cuna, por mucho que haga, la vida no germina.

Se va quedando vacío mientras empiezan a aparecerle los primeros estigmas en la mano, las primeras rozaduras en la piel. Le duele la fricción y escuece cada ir y venir del puño cerrado sobre el pene, pero no puede parar.

-Señor- Ora un poco más fuerte- No dejes que mi esfuerzo sea en balde-. Y dios baja del cielo. Empuja el cuerpo desnudo contra el piso frío y detiene cualquier movimiento del creyente con una mano sobre el pecho. Mientras tanto una felación mezcla leche, sangre y saliva en la boca del recién llegado. Cuando acaba se acerca al rostro exhausto del fiel y le escupe el revuelto entre los labios agrietados, susurrándole suavemente- Nuestro hijo vivirá dentro de ti- después no volvió a saber de el.

Cada noche sentía una pequeña erección cuando le pedía al crucifijo que cuidara a su bebe en el orfanato para jóvenes cristianos. Se tocaba un poco recordando como le acariciaba el torso desnudo y lloraba felicidad por que sus soldaditos no habían muerto en los pecados de darse placer. Seguía siendo un buen cristiano aunque se sintiera sucio.

LaRataGris