
El gato del diablo
31 octubre 2022Bestseller
6 septiembre 2022Aparece el rey del cielo: Cálido y brillante, una estrella tranquila, lejana. Camina, orgulloso Sol, para que sus súbditos lo veamos amanecer.
-¡Oh, Rey del firmamento, astro emergente, te ofrezco mi vida -. Un acólito se inmola como ofrenda y el resto imploramos su misericordia, su favor para que cuide nuestra cosecha.-Acepta este sacrificio.
Pero, incontrolable en su rutina , no cambia de órbita, no se muestra benevolente. No se vuelve bueno o malo por los intereses del ser humano.
Es por eso que lo olvidan como Dios, se inventan uno más bípedo, más mundano, más real; alguien sobre el que poder escribir un discurso y una trayectoria más adaptable.
Su nuevo Dios camina entre los mortales, participa de cada novedad y, con cada acontecimiento, varia su camino en la dirección correcta.
Un Dios amable, capaz de castigar a sus enemigos si es necesario.
Lo adaptan a cada época respetando la esencia. Escriben sus dogmas incuestionables, abiertos a las reinterpretaciones que hicieran más fuerte la organización. Se fragua un superventas inmortal; para toda la vida y la promesa del más allá inexistente.
LaRataGris.
El festival de las mil preguntas.
10 mayo 2022En el libro ya había más de mil preguntas, muy pocas respuestas. Cada año, por el festival, desde hacía más de un siglo, se añadían al menos siete cuestiones a las ya existentes, normalmente mas. Una por cada monje custodio que, posiblemente, se había pasado los últimos trescientos sesenta y cinco días pensando cual sería su aportación al libro de los enigmas.
Cada habitante, cada viajero que se encontrase en la ciudad de Penyagó, tenía la oportunidad de presentar alguna duda que creyese digna de ser incluida. Estas eran valorados por los monjes que, en el plazo de un mes, presentaban las que serían finalmente incluidas en sus páginas .
…
El festival atraía a mucha gente que venía para escuchar la lectura de las dudas .
El monje lector, cargo que rotaba cada año, escogía las más relevantes y las lanzaba al pueblo, para que aquel año, cualquiera, pudiese buscar una solución.
Así, la religión de las mil preguntas, no daban respuestas fáciles a miedos ancestrales. Más como una ciencia, ofrecía caminos de pensamiento que cualquiera podía aceptar o rechazar, acercarse al libro, leer dudas ofrecer las suyas a quien las quisiera resolver. Los enigmas solucionados, cada vez más complicados, eran celebrados y a la vez cuestionados. No debían haber verdades absolutas en el festival de las mil preguntas.
LaRataGris
Dormir, despertar
15 marzo 2022El cinco de mayo María Tristesemblante despertó con la pereza aún enganchada por toda la piel. Se estiró con la tranquilidad de un gato y, por fin, se levantó después de seis años dormida.
Sin amigos ni familiares cercanos nadie se dio cuenta de su desaparición. En el trabajo le dieron de baja sin hacer demasiadas preguntas; a la tercera semana de no aparecer se le envió un burofax que jamás recibió y, tras una muy mínima insistencia, dieron por concluida su relación.
Su cuerpo se Adaptó a la escasa alimentación: restos de insectos caían en su boca, los jugos que arácnidos salvajes dejaban escapar de entre sus fauces; el agua de una cañería con fuga la hidrataba.
Después de tanto tiempo se levantó descarnada, con los labios resecos, pegados entre si. Parecía un esqueleto que había sobrevivido al fin del mundo.
La vida había cambiado. El miedo se había apoderado de la gente tras la última crisis económica. Se habían vuelto adoradores de doctrinas promesa; la fe en un futuro mejor era necesaria para no morir de miedo. El propio gobierno aprobaba los medidas antipánico en forma de falsas religiones que apaciguaban a la gente.
María salió a la calle arrastrando los pies, con la piel blanca reflejando el sol como si estuviese hecha de espejos.
-Hola-dijo con la voz reseca, sin obtener respuesta.
Allí no quedaban humanos que respondieran, solo animales antropomórficos demasiado asustados.
¿Qué había pasado en este tiempo demasiado largo y distinto?
Tras despertar el sueño no podría ser como antes, tras la caída tendría que aprender el lenguaje de los animales para oír y explicar.
LaRataGris
¿Dónde van las vacas?
16 marzo 2018Mamá se subió de un salto a la mesa del Rapid Pollo. En una mano llevaba el panfleto que le acababa de dar un brigadista y en sus ojos, la determinación de siempre. Ya no me sorprendía. El resto de personas, incluido el chico que repartía las octavillas, la miraban boquiabiertos mientras ella empezaba a leer:
«Si pudieran hablar las vacas, si pudiesen decirnos hacia dónde se marchan cada dos de enero para no volver…
»Amanecen por generación espontánea, con sus pequeñas alitas aún mojadas por el viaje cuántico, revoloteando con pocas horas de existencia. En un par de días viajan kilómetros, buscando verdes pastos, mientras mugen sin parar.
»Son de diversos colores y duermen sobre los tejados reforzados de las ciudades. Hay quien, enamorado, quiere atraparlas para siempre. Las guardan en cajas diminutas, en las que los animales no pueden aletear felices.
»No se quejan lo suficiente y pasan su vida dormidas hasta que… ¿dónde irán? El dos despiertan nerviosas, como si un interruptor hubiese puesto en marcha algún mecanismo interno.
»Intentan escapar golpeando los barrotes y, si su captor no se apiada, ese mismo día mueren en jaulas de oro.
»Se han realizado diversas investigaciones, alguna seria, en las que se intenta seguir su vuelo final. Nunca somos lo suficientemente rápidos. Nos quedamos sin combustible o las perdemos de vista al girar detrás de una nube demasiado oscura y llena de tormentos.
»Son un misterio tal que, a veces, parecen no existir, como si solo formasen parte de otra realidad que no podemos llegar a comprender… »
No le dio tiempo a leerlo entero. Unos guardias la bajaron para volver a separarnos.
…
De habérselo permitido, el discurso hubiese sido inalterable al de otras ocasiones. Acababa gritando que todo aquello eran paparruchas, supersticiones para imbéciles.
—No te dejes engañar, Brad, cariño.
En esta parte siempre rebajaba el tono, como si se acordarse de mí y quisiera ser una buena madre. Le duraba poco. De nuevo, se ponía a gritar que aquello era como cuando los alquimistas querían atrapar unicornios para hacer pociones de virilidad. Decía que teníamos que abrir los ojos y abrazar el método científico. Teníamos que pensar con lógica. Casi nunca llegábamos hasta ese punto: Por aquí yo ya solía estar en una casa de acogida, esperando a que un juez decidiese que la doctora Lem ya estaba lista para recuperar mi custodia.
Aquella vez, sin embargo, no fue así. Yo ya era mayor de edad y ya no había ningún hogar que quisiera salvarme la vida. El estado me informó que tenía que valerme por mí mismo y me alistó en las Brigadas Cazadoras.
…
—¡Estamos a punto de hacer historia!
El padre de Isaac fue brigadista, también su madre y sus abuelos. Su estirpe se remontaba a siglos y siglos de optimismo respecto al secreto de las vacas.
—¿Qué te hace pensar que triunfaremos allí donde tantos otros fracasaron? —pregunté sin mirarle.
Su fe le proporcionaba un calor inexistente en mi, yo necesitaba que el fuego prendiese lo antes posible. Intentaba avivarlo mientras cuestionaba su alegría como me había enseñado mi madre.
—Vamos, camarada Brad, de momento nosotros estamos aquí, tocando el techo del mundo un día antes de que todas esas vacas nos sobrevuelen. Este es el punto más alejado en el que el año pasado se les perdió de vista y nuestras máquinas, impulsadas por la fe, son capaces de rastrear una pulga perdida en un desierto ¿Qué puede fallar?
—Pues, por ejemplo, podría fallar que el campamento no estuviese levantado para cuando llegue esa tormenta de nieve que parece estar formándose en aquellas nubes.
Por suerte, el uno de enero a las doce del mediodía, entendió la indirecta y logramos establecer un perímetro seguro. Colocamos la última piedra protectora justo antes de que fuera se desatase el infierno blanco.
De nada nos servía escudriñar el cielo en busca de algún signo extraño. La nevada lo escondía todo y aún faltaba un día para el éxodo de los rumiantes. Cansados, decidimos dormir hasta el amanecer.
…
Amaneció demasiado limpio y tranquilo. El cielo solo era nada sobre nuestras cabezas. Si iban a llegar las vacas, no parecía que fuese a suceder en ese instante. Era como si las hubiésemos soñado, como si nos las hubiésemos inventado para poder seguir durmiendo.
De repente Isaac señaló el horizonte, únicamente un punto en el firmamento que fue creciendo hasta que el rebaño cubrió todo lo que alcanzaba la vista. El ruido de sus mugidos parecía formar también una muralla sólida.
—¿Cómo llamaría a esto la científica de tu madre?
—¿Mi madre? —Había tanto desprecio en su pregunta que por el tono ya sabía que no le gustaría la respuesta—. Mi madre abandonaría todas sus estúpidas creencias por está realidad.
¿Cómo podía decirle la verdad? Como podía decirle que gastábamos demasiado dinero en una quimera. Todo era excesivamente arbitrario en aquella investigación. Ella ya había diseñado un protocolo mucho más específico. Nada de campamentos cada quinientos metros, gestionados por Boy Scouts que dilapidaban la inversión antes de llegar a una conclusión original.
—Estoy seguro de que ella abrazaría la causa sin dudarlo.
Pero ya no le importaban mis palabras.
—¡Enciende el rastreador! —Él corría de un lado a otro, colocándose el arnés, procurando que cada máquina emitiese el sonidito adecuado—. Deséame suerte.
Acto seguido aseguró una cuerda a la argolla que sobresalía en el plexo de su pecho y con el otro extremo lazó a una de las reses.
Inmediatamente fijé su posición en la pantalla mientras el animal arrastraba su cuerpo por los aires. Podía imaginar la misma situación en el resto de campamentos, con todo el instrumental pitando mientras se alejaban los valientes voluntarios.
Durante dos horas tracé el recorrido como me habían enseñado en el entrenamiento, mientras en el cielo no dejaban de aparecer más y más rumiantes que habían apagado la luz del sol. Cada vez, mi refugio me parecía más pequeño e inseguro. Hasta que, igual que empezó, mi pulga debió llegar al final de su desierto. Perdí su señal y el rebaño comenzó a menguar.
Como si borrasen sus huellas, la última vaca devolvió la tormenta del día anterior multiplicada por mil infiernos helados. De nada sirvieron nuestras defensas, que me dejaron desnudo en aquella soledad, destruyendo el trabajo que al año siguiente nos debería haber llevado más lejos.
…
Hasta donde alcanzan mis ojos se abre una profunda nada. El viento ha borrado las huellas de nuestros pasos, el pretendido mapa que habíamos dejado para que otros pudiesen seguir nuestro mismo camino. Llevo cinco días muerto, sin poder caminar y aún así, no se como, camino. El cielo se ha roto en una tempestad de nieve y frío que me hace imposible saber si subo o bajo. Mucho me temo que esta repentina tormenta ha sellado el cañón que fue nuestra puerta de acceso.
¿Dónde están las vacas?
¿Acaso importa?
Tropiezo, pero la nieve y la convicción de ya no existir, atenúan la caída.
…
Algo cálido y húmedo me devuelve a la vida. El día brilla como si estuviese dentro de un fuego fatuo.
Veo que descienden, como dioses a los que no les importa el devenir de los mortales. Docenas ya me rodean con sus patas hundidas en la nieve, placidas. Las que van llegando se posan suavemente, fundiendo el manto helado con sus ardientes pezuñas. Mi mundo se derrite haciendo que todo parezca una ensoñación tras el velo de vapor.
Mi madre también está allí, arrancándole las alas a las que ya han tocado el suelo.
—¿Mamá?
—Shhh… —Un dedo en sus labios me manda callar—. Coge fuerzas, mi niño, mientras la realidad persista no puedes dejarte llevar por los espejismos
Veintidós de febrero
LaRataGris
Esta locura ha sido el Reto número 11 de Insectos comunes: ¿Y si las vacas volaran?
En total han sido cinco relatos los que les puedes seguir la pista desde su página oficial (clica arriba).
Pero además, si quieres obtener la revista digital, que los une todos, la puedes encontrar en Payhip, no te la pierdas.
Los patos por Toni C.
El zumbido de las vacas voladoras Por Benajamín Recacha
Una declaración en Banculte por Manu LF
El vaquero Por Cerdo Venusiano
Nadine
11 agosto 2014-Si tuviésemos dinero- Albert abrazo a Nadine antes de marcharse para siempre. Se quedaron ella y su viaje a Londres. ¿ de dónde iba a sacar todo lo que le pedían y ella sola? El billete, la estancia y la bendita clínica que en españa era ilegal.
La agencia no le pregunto nada. Había conseguido hasta el último céntimo de euro y por su parte ellos podían empezar a ser amables con la pobre chiquilla. No repararon en nada que ya estuviese abonado, incluso un interprete para preguntarle todas sus dudas al doctor.- buenos días Nadine- era un traductor tan educado que incluso llego a enamorarse de el, aunque para Steven no fuese más que una noche.
– soy muy niña para ser mama- desde luego era uno de los grandes motivos por los que iban a su clínica pero aún así el medico dudo, en un ingles perfecto, de haberlo escuchado con claridad y le pidió al bueno de Steve que le explicara, a ella, que ya era madre, que su hijo tenía al menos seis años y estaba sentado a su lado. Esperando a su vez una nueva justificación para aquella visita.- lo siento- le contesto- pero no he podido venir antes. No tenía dinero. He mantenido mi embarazo en las mejores condiciones posibles hasta reunir todo el capital. Dios sabe el trabajo que me ha costado.
Perplejo, amante del dinero, el doctor programó un quirófano para el aborto y escondió un autoreproche.- dios todopoderoso, invención humana para la barbarie, protegenos de tus seguidores.- acto seguido se lavo las manos.
El goteo fue incesante. Tras aquella primera un montón de chicas invadían su clínica. Todas llegaban con cuentos de cigüeñas, pocas flores y abejas, la santísima trinidad. Hijas de la represión institucionalizada, la pobreza y los recortes educativos. Empapadas de la religión de las aulas, la sexualidad de barrio y buscadoras del escondite del pecado. Había otro perfil más pudiente, menos esperpéntico y vistoso, también existieron las que se quedaron en el camino y quienes construyeron una carretera con lingotes de oro.
LaRataGris