Caídos hacia arriba

14 enero 2025

Como un reflejo de su vida el viento sopla con furia. Balanceándolo mientras se sienta frente al abismo.

– ¿Te vas a tirar?

– No – mira a la ventana que parece hablarle con forma de mujer-. Sólo estoy reflexionando sobre mi vida.

– ¿Al borde de una cornisa?-hace una pausa en la que no espera respuesta y-. Te acabaras tirando.

– No,… solo estoy…

– Sí, sí; reflexionando. La vida nunca es lo suficientemente buena como para que no te deprima. Mira nuestro barrio; el edificio está que se cae hacia arriba, igual que nosotros. Los políticos van a lo suyo, el mundo apesta y ¿qué hacemos por cambiarlo? Continúa reflexionando al borde de un vacío de nueve pisos de altura ¿Quieres que te diga donde acabarás chafado? Un pasito y pum, el coyote no vuelve a levantarse.

¿Prefieres que me siente en la terraza? – dice apartándose.

– Me da lo mismo. Pero, si te tiras desde la azotea, avísame que recoja la ropa. Acabo de tender y el último ya se me la llevo por delante. No quiero tener que bajar a recuperarla de un charco de sangre ¿Sabes? La sangre se quita fatal.

– Eres más práctica que yo.

– No tengo tiempo para tonterías. Entonces ¿Qué? ¿recojo la ropa?

– No.

– Genial. Me voy dentro que tengo cosas que hacer. Si cambias de opinión avisame primero , estoy en el tercero cuarta.

-Puede que baje a visitarte.

– Pero si vienes deja tus mierdas fuera, necesito ayuda, no problemas.

– Lo tendré en cuenta. Y oye, si te parece bajaré por las escaleras.

LaRataGris


Privilegiado

14 noviembre 2023

Un instante después se cerraron las puertas para que nadie pudiera salir, también para que no pudiese entrar cualquier indeseable.

El mundo se había dividido entre los que vivían dentro y los que hacían cualquier cosa por sobrevivir a la intemperie.

Y no solo existía aquella división. En el interior de la casa volvía a haber dos grandes grupos; los que habitaban el ala este: bien comunicada, fresca en verano, calentita en invierno; y la purría al otro lado, lleno de humedades y penurias, estos eran los esclavos de los primeros.

Pero existía otro privilegio más entre el primer piso y el de más arriba. Las vistas, las ventanas, los balcones, las terrazas. Claro que no todas tenían lo mismo. Algunas terrazas con barbacoa, piscina, jardín…

Y, al final, en esta pirámide, habita un privilegiado que mira todas las divisiones, que se ríe.

LaRataGris.


Bar, Barcelona, barrio, bar

30 septiembre 2013

En la futura zona alta de barcelona se encuentra el barrio de los bares; donde se desayuna, come, merienda y cena en terracita, entre colegas borrachos y familias simionucleares… se ha multiplicado la vida sana. Les han regulado los carriles para bicicleta, se han reglamentado unas zonas de estiramiento y ahora se pasan la vida corriendo entre resaca y resecas lenguas. Se otorgan la medalla de oro a la deportividad y es para todos los participantes por que- tío,- se apoyan unos en otros- te quiero- se la merecen.

Hay también un paseo sobre el que discurren las terrazas más turísticas. Frente a cada una de las mesas el ayuntamiento ha colocado bancos para los cojos, los que lo están dejando o quien no pueda pagarse una silla privada. Desde allí ven como se intoxican los pudientes y, si alguno de los afortunados siente orgullo de su barrio, podrán pelearse por un trozo de lomo o un pincho moruno. Lo lanzan con cierto protagonismo, contentos de que no se muera de hambre en aquella tierra de nadie donde, como siempre, el dinero marca si estas de fiesta o bajo tratamiento.

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