Paseo de palabras
16 abril 2019Paseo tranquilo entre palabras secas y crujientes. Recuerdos del pasado reciente, frases que van más allá de su significado, son serpientes dibujando collares estrechos. Cadenas y martillos para liberarse.
Movimientos pausados, baile desgarbado, sincopado, como espasmos de vida diluyéndose, suave y abrupto a la vez
Diversión, alegría a tope, se acaba un suspiro y los recuerdos desaparecen como se va la estación. Momento de olvido, de paseo por palabras secas y crujientes.
LaRataGris
Aprendiendo a reir y llorar
5 mayo 2018
Un día mi madre me dijo que le dejara leer algo que había escrito. Se lo leyó entero, poniendole mucho interes, y luego me dijo que estaba bien, pero no había entendido nada.
Amable
29 diciembre 2015Sea usted amable. Recuerde que mientras usted pierde el tiempo gruñendo hay mucha gente que se desvive en darle por culo. Sea amable pues, aunque sea de una forma ilusoria, usted debería aparentar el placer del acto sexual.
Sea amable y sienta esa alegría, disfrute, no sea usted terco, relájese, sea amable. No oponga resistencia, goce como un animal: abra bien sus piernas, sea amable, amable y amable o todo esto sera una violación de sus derechos como ciudadano, eso es algo que ni usted ni nosotros queremos, sea amable, consienta.
El estado le quiere contento y si usted no puede serlo: sea amable. Finja la alegría de ser penetrado por alguien al que usted quiere. Sea amable y no nos obligue a usar la fuerza bruta.
LaRataGris
Euforia
25 mayo 2015Alegría, una gran felicidad me inunda por que todos hemos ganado: tanto el ganado como la derecha. Ya sea por votos, incrementos, resistencias a las debacles, hacer historia y pactos. Enhorabuena a todos los ganadores. Desde la victoria pírrica a la verdadera, agridulce, suprema… todos los vencedores sonríen a cámara diciendo- hemos ganau- pocos son los vencidos, pocos y tímidos.
Curioso caso el de los políticos para los que no existe la derrota. Salen victoriosos incluso de las batallas perdidas, disculpen si ahondo en la palabra perdid…prohibida.
Larga vida al sistema que siempre genera triunfadores. Un país de reyes, de hombres y mujeres fuertes y poderosas, un municipio en el que siempre perdemos los que estamos en la cara oculta de sus políticas.
– Esta vez hemos arrasado los perdedores- así me lo ha dicho un pajarito que primero pidió mi voto. Pues yo me esperare para celebrarlo. Primero seguiré caminando. Si en mi senda me los encuentro, ya los felicitare si mientras caminaba han hecho, si es que les han dejado hacer, ese día estaré contento y lo celebrare.
De momento me mantengo expectante, aunque mentiría si no dijese que con cierta ilusión pero no euforia.
LaRataGris
Huida con la llave de la razón-Esa alegría de estar rota
17 noviembre 2014
Esa alegría de estar rota y llegar a ningún lado
Encima de todo llegué tarde
al club, noche de lluvia encima de mí,
encima esa nube de cigarrillos y cervezas.
Contra la ira de la multitud, mi sonrisa,
aunque contra mí el rompecabezas urbano
en el tejido contra mis ideas mi cráneo
yo, encima contra la rubia de la barra y sus tetas.
Estridencia, rock y algo de dulce fastidio
ante la estupidez de tus razones
mi razón constante y ante el hueco de mi cabeza,
que eres tú pero no lo sabes, la costra de mi rebeldía
ante todo esta calle del club donde te pierdo
porque ante el abismo de hastío, ese que me dejas,
una tocada y una noche y una ligera sorpresa, mi sonrisa,
que aborda ante el escenario un bajo. Lo enchufé
tarde también, pero toqué y sonreí y te olvidé. Pero no eras tú,
era ese cuerpo de razones tuyas encima de mi amor
contra mi deseo erótico de ti ante tu cuarto sin un ápice de diversión.
Rómulo Pardo Urías
Imagen: LaRataGris
Poema: Rómulo Pardo Urías
Voz: Hélène Laurent
Los días felices
18 marzo 2013Hace tiempo conocí un día feliz. Pasó ligero, rozando nuestras mejillas, dejándonos una sonrisa, desapareciendo con viento fresco.
Los días felices tardan sesenta y cinco años en completar una vuelta alrededor del globo terráqueo. Si calculas el tiempo y la posición relativa del sol puedes intuir donde te rozó para así poder esperarlo en el lugar adecuado, a la hora convenida del preciso instante en el que todo se conjura para volver a respirar como nunca. Eso si un cazador de días felices no lo ha atrapado primero. Son incansables perseguidores que gustan de coger y encerrar en rincones fríos y oscuros a los días felices, hasta que aparece un comprador dispuesto a pagar el desorbitado precio o hasta tirarlos secos, vacíos de libertad.
Actualmente solo quedan cuarenta y tres días felices. Estos necesitan esquivar furtivos y legales, acorde a sus leyes, que los encierran en calendarios de papel donde, todos, pueden admirar en rojo los días felices que fueron, sabiendo que ya nadie los disfrutara por que hay que trabajar sin descanso, si no te ha atrapado el paro.
que pena ver como se extingue su especie mientras, la gran mayoría, quiere comprarlos con dinero y no con el corazón.
LaRataGris
El héroe invicto
3 julio 2012Andres se había esculpido la resignación del que triunfara. Ahogaba sus días en una vida aburrida, a la espera de la próxima aventura que le rodearía hasta hacerlo crecer. Tenía una habitación vaciá para todos los recortes de periódicos que hablarían de sus hazañas. Un cómodo sillón sería su descanso de tanta lucha y ajetreo, cada día comprobaba que no se deteriorase, se sentaba a envejecer solo y cansado. Los tiempos mejores estaban por llegar.
Rara vez sonaba el teléfono. Le gustaba escuchar su timbre antiguo, estridente, monocorde. Imaginaba su oportunidad, soñaba que no la desaprovechaba mientras dejaba que el molesto ruido se fuese apagando en la sala a oscuras. Nunca salía por miedo a que ese fuese el momento en el que la vida le iba a sonreír y, si alguna vez se veía obligado a dejar la casa, siempre regresaba mirando el número de mensajes del contestador; con uno solo sonreía y se sentía tan feliz antes de borrarlo sin escucharlo. Su móvil recogía polvo sobre la mesa, rompía las cartas nada mas recogerlas, borraba los e-mails pensando que el que destruía era el definitivo, sin perder la ilusión de saber que ese era su momento pero el no había fracasado al intentarlo.
LaRataGris
La dueña del sol
14 mayo 2012Aquella mañana Sofia no se levanto a tiempo, no puso en marcha el engranaje y el sol salió un poco mas tarde. El amanecer tardío acorto las horas del día y algunas voces se quejaron de la escasa luz mientras ella se preparaba un desayuno de medianoche para el picnic en el balcón.
Le gustaba bailar con la brisa; dejar que sus pies danzaran en el suave crepitar de las estrellas mientras la comida se llenaba con las fragancias de la noche y su sabor se hacia un sueño indescifrable.
Solía despertarse en ese mismo balcón; con el manto de noche retirado y el cielo esperando a que alguien girase las manivelas del nuevo color. Llevaba mas de un año amaneciendo a deshoras y Julian se había cansado de encubrirla. Había alargado todo lo que podía la noche y, contra mas duraba esta, mas quería quedarse Sofia a admirarla. Se dormía tarde y cansada, incapaz de seguir el horario. El firmamento era un lienzo en blanco que ningún artista se atrevía a profanar así que la vida se desperezaba sentada en la cama, esperando que la trabajadora pusiese la maquinaria a funcionar.
Finalmente un burofax la invito a visitar las oficinas centrales, eso si, fuera de horas de trabajo para que afectase lo menos posible a su rendimiento- Estimado señor,- contesto por correo ordinario- lamento informarle que mi tiempo libre lo gasto en dejarme llevar por el olor de las estrellas. Es por eso mismo, y no por otra causa menor, que no podre acudir a una cita tan importante como la que usted me propone. Quedo a su entera disposición para encontrar un momento en el que podamos coincidir sin que eso perjudique los intereses del otro- y firmo atentamente con un fuerte abrazo y sus mejores deseos- Sofia.
La misma noche en que leyó la carta el excelentísimo señor encargado le pidió a su secretaria que anulase todas sus compromisos, exigió que un tatuador le dibujase una cara de pocos amigos y en cuestión de segundos estaba llamando a la puerta de Sofia con la misiva arrugada apretada en un puño.
-Señorita Social,- empezó a gritarle antes de que la puerta estuviese totalmente abierta- acaso no se imagina usted el daño que le esta ocasionando a la compañía.
– Claro tralali, claro tralala- y se lo llevo al balcón donde ya estaba listo su desayuno de medianoche. Allí lo dejo hablar largo y tendido mientras ella no escuchaba, tenía que dejarse abrazar por los aromas a jazmín y menta. Cuando intuyo que seguía sin decir nada lo interrumpió para que el tampoco la oyera.- No ha sido una noche deliciosa,- le respiro mas que hablarle- algo por lo que no importaría perder un trabajo o por la que, tal vez, alguien podría decidir vivir mas despacio.
Rojo de ignorancia, el excelentísimo señor encargado, bramo de tal manera que las ultimas estrellas que quedaban colgadas del cielo se quebraron. El jamás había tenido tiempo para todas aquellas delicadezas y había determinado que Sofia tampoco. Con lenguaje extremadamente formal redacto un ultimátum que entrego en mano antes de marcharse refunfuñando. Ella, que se había quedado leyéndolo, volvió a retrasar el amanecer mientras se daba por despedida. No podía hacer que el sol renaciera dos veces en un mismo instante para recuperar el tiempo perdido, no quería darle mas horas a las empresas, no necesitaba volver a ignorar a su superior para saber que, así, no se sentía feliz. Con la tranquilidad de saber que ya no estaba allí programo el temporizador y salio por la puerta para no volver jamás. Aquella noche brillo el sol para todos los soñadores y Sofia lo disfruto mientras saboreaba el mejor desayuno del mundo.
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