Compra pobreza

16 septiembre 2022

compra


Dormir, despertar

15 marzo 2022

El cinco de mayo María Tristesemblante despertó con la pereza aún enganchada por toda la piel. Se estiró con la tranquilidad de un gato y, por fin, se levantó después de seis años dormida.

Sin amigos ni familiares cercanos nadie se dio cuenta de su desaparición. En el trabajo le dieron de baja sin hacer demasiadas preguntas; a la tercera semana de no aparecer se le envió un burofax que jamás recibió y, tras una muy mínima insistencia, dieron por concluida su relación.

Su cuerpo se Adaptó a la escasa alimentación: restos de insectos caían en su boca, los jugos que arácnidos salvajes dejaban escapar de entre sus fauces; el agua de una cañería con fuga la hidrataba.

Después de tanto tiempo se levantó descarnada, con los labios resecos, pegados entre si. Parecía un esqueleto que había sobrevivido al fin del mundo.

La vida había cambiado. El miedo se había apoderado de la gente tras la última crisis económica. Se habían vuelto adoradores de doctrinas promesa; la fe en un futuro mejor era necesaria para no morir de miedo. El propio gobierno aprobaba los medidas antipánico en forma de falsas religiones que apaciguaban a la gente.

María salió a la calle arrastrando los pies, con la piel blanca reflejando el sol como si estuviese hecha de espejos.

-Hola-dijo con la voz reseca, sin obtener respuesta.

Allí no quedaban humanos que respondieran, solo animales antropomórficos demasiado asustados.

¿Qué había pasado en este tiempo demasiado largo y distinto?

Tras despertar el sueño no podría ser como antes, tras la caída tendría que aprender el lenguaje de los animales para oír y explicar.

LaRataGris


Un gigante de verdad

14 diciembre 2021

Te voy a contar una historia real, una historia que sucedió hace mucho tiempo y que jamas deberías poner en duda.

No seré yo quien te juzgue si quieres cuestionarla pero, no me podrás negar, que tal como te la explicaré pudo haber sucedido. ¿Acaso eso no es garantía suficiente para cualquier cuento?

Hace mucho tiempo vivió un niño gigante. Tan sumamente grande que cuando iba al baño y hacía caca, la mierda, caía al water generando una ola tan grande que sus efectos llegaban al mar. se formaban maremotos y los barcos tenían que salirse del agua para que la fuerza no los hundiera.

Era algo terrible, aunque el gigante no lo hacía con mala intención. Él solo era un niño pequeño que quería jugar, cantar y bailar.

Lo que pasa es que era un niño pequeño tan grande: de una altura tan descomunal, de proporciones tan infinitas, que si se resfriaba y estornudaba: un viento huracanado surcaba los cielos, despeinaba las aves, hacia volar los tejados, arrastraba a las personas que buscaban mejores tiempos lejos, en el sur.

Era algo horrible, pero un algo sin mala intención.

Solo era un crio con ganas de jugar, cantar, reír.

Y a la vez era un niño tan grande, tan tan grande que cada vez que jugaba a pilla pilla con las montañas sus carreras hacían temblar la corteza terrestre hasta que los humanos temblaban también, pero del susto, y empezaban una huida sin final, mientras gritaban: ¡Terremoto!

Pero de verdad que él no lo hacía con mala intención. El solo era un niñito que, como todos, necesitaba jugar, saltar, volar. Pero era tan grande, tan enormérrimo, que al bailar aspaventaba con los manos tapando y destapando el sol de forma intermitente. La gente, sin saber si era de noche o de día, se levantaba y se acostaba al ritmo frenético que marcaba el gigante. Nunca descansaban lo suficiente y luego se arrastraban imposibles durante lo que quedase de jornada.

Imaginate el panorama, desolador, gente zombificadapor el sueño. Pero ya sabes que no lo hizo con mala intención. Solo que era alguien tan grande, tan descomunal y gargantuesco, gigante, gigantesco, que no cabía en la tierra o no hubiese cabido si hubiese sucedido aquí y de esa manera.

Aunque es posible que solo sea un cuento extraño sobre un pequeño gigante con demasiado poder. Un cuento para antes de ir a dormir.

El gigante puede que no fuese tan grande, y podía parecerse a alguien ¿Llevaba nombre de amo?

De ser así no habría excusa para no poner remedio a sus atrocidades de ínfimo gigante.

Eso si, verdad o mentira, su mierda era peor que un maremoto y olía como cien mil rayos.

LaRataGris


Clickbait

2 julio 2021

Quebrar


Amor capital

22 noviembre 2019

Amor capital

Al levantarse


Última carrera

4 febrero 2019

ultimamente necesito demasiado ese sueño reparador que de tanto en tanto pide la vida. Mis parpados empiezan a pesar como el yunque que le cae encima al coyote, mi cuerpo deja de responder. Me convierto en un autómata al que se le ha terminado la energia, aún me muevo, aunque más por inercia que no por un deseo real.

Amanezco con ganas de hacer nada, o un poco menos que nada, mientras me quemo a lo largo del día. Nunca la reparación del sueño es total y, aún así, noto que tengo demasiado por hacer, no puedo parar.

Con la poca fuerza que voy recogiendo intento aprovechar al máximo, no es una carrera, no pretendo llegar al final pero si recoger todas mis estrellas fugaces por el camino. Igual solo llego a la mitad, puede que menos, pero marcare mi ritmo… me detengo y cojo fuerzas para llegar donde yo quiera.

LaRataGris


Frío trabajo

22 enero 2019

Aquella mañana el frío había caído como un bloque de cemento, demasiado pesado y grande. De repente la cama ofrecía una poderosa fuerza de atracción, impedía que la gente apartase las mantas. Jorge se asomó como un caracol asustado, enseñando tímidamente sus ojos.

-¿Qué hora es?- Gwen tenía el despertador al lado, solo le faltaba la iniciativa de acercarse lo suficiente como para distinguir los números parpadeantes.

-Tu ya estas mirando, ¿por qué no te fijas?

Pero en realidad, el reloj, estaba a millones de años luz, sobre una mesita bañada por los sombras.

-Debe ser hora de seguir durmiendo- Con esa convicción, no era realidad pero la trataron como tal, se sumergieron de nuevo en su mar de tela. Se encontraron nadando entre besos y caricias.

No querían seguir dormidos, preferían jugar, pero lo que seguro que no querían era ir a trabajar, hacia demasiado frio.

LaRataGris


Pobre vida

26 febrero 2018

A veces bajaba hasta el metro donde el aire era espeso y caliente. Me llevaba una libreta, un bolígrafo y algo para picotear. Allí podía pasarme las horas muertas.

Me quedaba lejos del frío de la calle, del de mi casa sin calefacción… en realidad solo iba para no congelarme. Casi nunca tenía que hacer uso del transporte, unicamente me quedaba en la estación hasta que llegaba la hora de volver a mi trabajo de esclavo o hasta que cansado volvía a mi dulce hogar.

un día, creo que coincidió con que no pudiese seguir tirando mi dinero en un alquiler, pensé que también seria un buen hogar en el que pasar la noche. Como no había bajado preparado subí por unas mantas y algo para cenar en frio.

Esquive como pude la vigilancia mientras pensaba en mi situación. Cada vez más me iba pareciendo a un mendigo, con trabajo, eso si, pero con mis necesidades por cubrir.

LaRataGris

Si aún te puedes permitir un lujo no dudes en pillarte «Vota Charlie» en: Comic Square o en Payhip


La llorona

2 noviembre 2017

La llorona

No te pierdas cosas menos reales en: Payhip o Comic Square

 


Rutina horaria

8 May 2017

La habitación temblaba a la luz de una vela. De repente un soplido calmó la inestabilidad.

Cerró los ojos para hacer más evidente su nuevo estado y, en la oscuridad, dejó que los sueños la alcanzaran. Pero no era perfecto, pequeños rayos de luna se colaban por las rendijas de la ventana, se clavaban como finos alfileres de luz.

Así pasó una hora, dos…

-Arrrgh!!!- Gritó al ver llegar aquel sol impertinente, cortando la oscuridad con sus lancetas bien afiladas- iEs demasiado pronto!- Bramó furiosa. Pero ya estaba todo escrito: El girar de la Tierra, el día, la noche, su muerte… sin saber el cuando ni el por qué, moriría y, ahora, se veía obligada a no resistirse a los cambios cotidianos, ya estaba muerta sin la libertad de decidir.

-iNo!- todo en ella se había convertido en un grito que no buscaba solución. Debía aprender un como asesinar al sol, la luna, pero no sabía como hacerlo y era más sencillo seguir chillando.

LaRataGris

Portada Vota Charlie: Piezas

Comprate un Charlie