Me equivoque con todas mis fuerzas

27 octubre 2015

Me equivoque con todas mis fuerzas en todo aquello que decían que era.

Era un hombre pero no me gustaba el fútbol, ni me emborrachaba con los amigotes alfa en el bar. En realidad, esto no me lo dijo nadie, era un niño que descubre el mundo por primera vez, que aún cree que cambiara las cosas y no deja de jugar- ¡inmaduro!- me gritaron..

Después de crecer me dijeron que no me masturbara como un mono. Yo me masturbe mirando a una mujer de carnes generosas, mientras ella se hacía una paja embelesada en el tic tac de mi colgajo.

Compartimos, sin miedo, nuestros jugos seminales aunque gente que estaba de paso nos advirtió que la familia es la muerte de la rebeldía.

Como nosotros eramos unos inconscientes nos levantamos en armas, revolucionados por nuestros hijos. Por ellos quisimos que todo fuese distinto y lloramos mares cuando no transformamos nada.

Me equivoque con todas mis fuerzas y volvería a cagarla por que mi camino de errores esta construido, baldosa a baldosa, de razón y sentimiento.

Algún día lo cambiare todo.

LaRataGris


Propuesta para una tarde de domingo

14 julio 2014

Ingredientes:

Alicia, Pau y Papa

Materiales:

Esa camiseta que te regalaron y jamas te gusto.

Rotuladores para tela

Pintura para camisetas

Celo

Alfileres

Cartón

Desarrollo:

Paso 1: Escoger un par de niños aburridos y ofrecerles pintar una camiseta. Si su respuesta es afirmativa buscar las armas adecuadas y preparar un área de trabajo para su destrucción sin limites creativos

Paso 2: colocar el cartoncillo entre la cara anterior y posterior de la camiseta para que no traspase la pintura.

Paso 3: delimitar el área a pintar sobre la camiseta. Trazar un cuadrado con el celo y explicarle a los niños que no se salgan de el. Afianzar la tela al cartón mediante los alfileres.

Paso 4: utilizar los pinceles como cucharillas y lanzar todos los colores mezclados sobre la tela- este paso es intercambiable con simplemente trazar un dibujo, en mi caso se deriva del resultado.

Paso 5: liberación del espacio. Si alguno de los niños pregunta que pasa si se ha salido del recuadro contraatacar con otra pregunta- ¿ quitamos el celo?- recuerda que el arte de una niña no tiene límites.

Paso 6: nada de lo anterior. Cambiamos de camiseta y sustituimos la pintura por lejía.

Paso 7: con un cuidado extremo dejamos que la lejía penetre en el tejido mientras constatamos que las manchas decoloradas nada tienen que ver con el dibujo planteado inicialmente.

Conclusiones rápidas.

Reformulación de la ley de la gravedad por un niño de dos años con introducción a la idea de fuerzas centrípetas.

Un objeto que cae desde una altura equis es atraído hacía el suelo con una velocidad tal. Cuando el objeto colisiona violentamente sobre el mármol se genera una fuerza opuesta que transforma el techo blanco en verde, para que la conclusión sea valida el objeto ha de ser un bote de pintura del color correcto.

Expectativas maternas:

Añadir foto para comparar lo esperado con lo obtenido y demostrar que no llegamos a las expectativas.

Expectativas paternas:

Trabajando con niño de dos y niña de cinco años, con lejía que no les ha caído en los ojos las expectativas están totalmente superadas.

LaRataGris