Hoy es domingo en el centro comercial, deberían dormir las tiendas. Las arañas salen tranquilas de paseo; se asoman cucarachas en el almacén.
-Hoy no vienen los humanos- gritan las ratas-. Hoy esto es para nosotras.
Y corretean; orinando y cagando en cada esquina. Solo prohibida la zona de restaurantes, el ocio y algunos lavabos seleccionados.
No entienden de rebajas, de festivos especiales; normativas para que no pare la rueda: sin descanso, sin familia, sin amigos, sin casa.
“Gran apertura” se lee en todas las entradas, en carteles enganchados a farolas, se dice en varias cuñas de radio pero nadie avisa a los insectos no humanos.
Cuando aparecen los primeros trabajadores ven bailar felices a las pelusas del polvo, artrópodos paseando, insectos comunes recitando tantos cuentos como granos de arena hay en el mundo. Asqueados ante el espectáculo que les es negado deciden limpiar, chafar, destruir como si no fuera domingo. Que todo este perfecto para los compradores.
Mientras tanto, en otro universo, los empresarios, desde sus casas no quieren a las familias de sus empleados, no sueñan con amigos o un hogar ajeno; no les gusta que las arañas paseen sin bolsas de la compra o gastar su dinero.
LaRataGris