Y para lo de mi «salario»: Payhip o en Comic Square
Seguir el camino
20 mayo 2009Alonadba es el sueño de un arquitecto majadero. Una ciudad circular, con calles concéntricas que se deshacen en una plaza también redonda, inmensa y presidida por una estatua que simula la perfección del cuerpo humano en la figura de Johanes Soliluna, el creador de todo lo que se puede ver en el lugar e impresionante globo culturista.
Hacía el norte puedes subir por la calle Norte, grande como la Sur, Este y Oeste. El resto de puntos cardinales están representados por callejuelas ligeramente más estrechas llamadas como las direcciones que indican.
Las peronas que viven allí, como Johanes, son musculuras extremas, recubiertas por finas capas de piel. Todos se levantan a la hora del gallo, para llegar a sus puestos a la hora del trabajo, ni un segundo antes ni un segundo después … Las cosas allí funcionan como un motor bien engrasado que mueve la vida al paso exacto.
Noel Martínez era mimético en todo a sus conciudadanos. Vestido según el día de la semana, disfrutando a las horas de la alegría con la música colectiva, para nada un bicho raro. Al menos, no hasta caer enfermo.
Era el día impoluto en Alonadba cuando tuvo lugar la disrupción. La gente seguía la línea recta de la cola, avanzando lentamente por el camino marcado con los conos anaranjados. Sin hablar nadie con nadie, pensando solamente en llegar al almacén donde se rapartían los utensilios de limpieza.
Noel estaba, tendría que haber estado, entre un hombre y una mujer de la calle Noroeste. Su hueco vacío era irrelevante para el resto que seguía su marcha como si no faltase. Sólo en el almacén, cuando la escoba que le alargaban cayó estrepitosamente contra el suelo, haciendo tropezar al que tendría que ir detrás, se dieron cuenta que faltaba alguien.
Toda la fila continuaba avanzando, entrechocando unos con otros, materializando un caos imposible en la ciudad.
Alguien hizo sonar una alarma que marcase la nueva situación, que avisaba de un espacio en el que la gente tendría que reestructurarse de forma que el pueblo en masa formase una entidad pluricelular que localizaría con rapidez al desaparecido señor Martínez.
Noel les abrió la puerta muy desmejorado. Con los ojos vidriosos por la fiebre. – Lo siento- masculló- no pude levantarme.
La gente se giró mostrando un desdén ensayado- Demasiado tarde,- susurraron al unísono- quedas expulsado.
Donde acaba la calle Sur, ya fuera de la ciudad, comienza un camino mal empedrado que recibe el nombre de Senda de Salida. Por él nunca ha llegado nadie, solo sirve para que los expulsados se alejen, en dirección a las montañas. Noel, aún enfermo, lo resigue cabizbajo, increpado por sus vecinos dispuestos en paralelas a ambos lados de la carretera.
En esa dirección se han ido muchas personas imperfectas. Se les supone en una vida semisalvaje que no favorece en nada a los recien llegados. Él no llegará a conocerlos. Cae a mitad del camino vencido por la fiebre y sin que sus antiguos amigos puedan verle, ya estan de regreso en la ciudad, ocupando su sitio en la cola del día de comprar cosas bonitas, olvidandose de que , una vez, alguien, no fue un ideal de rectitud como lo es, ahora, todo el mundo en la ciudad de Alonadba.
LaRataGris.
Diseccionando un hombre
29 enero 2009El sujeto a estudiar es un varón blanco de complexión media. Su cuerpo ha sido depilado por completo para facilitar la realización de las incisiones.
A primera vista se nos presenta como una persona normal: ojos grandes y azules, nariz aguileña, labios finos. Perímetro craneal cincuenta y seis, pectorales noventa y seis, cintura setenta y cinco, caderas noventa y ocho. Dentadura incompleta, faltan dos molares y un incisivo, las tres piezas, del maxilar superior. Temperatura del recto normal. Constantes vitales las características de alguien muerto. Hasta ahora no presenta anomalías.
Según veo en el informe su nivel de sangre, azúcar, testosterona es promedial.
Tras este análisis preliminar decido comenzar con las incisiones. Dejo al descubierto el cerebro, el cual esta dividido en dos hemisferios, descubrimiento que me deja perplejo. Un análisis más exhaustivo indica que tiene el peso correcto y esta formado por materia blanca y gris.
Decepcionado hasta el momento he de admitir que no puedo intuir nada que se aleje de lo común, así que decido continuar la autopsia abriendo en canal el pecho, siguiendo la misma tónica encuentro el mismo número de costillas que pueda tener yo, algunas, eso sí, fracturadas, seguramente debido al trato policial al intentar traerlo.
Ningún órgano descolocado, ni duplicado o triplicado o cualquier diferencia apreciable, ni siquiera en peso o tamaño … No encuentro motivo para seguir con el experimento, ya que seguramente se habrán confundido de cadáver y estoy diseccionando a una persona corriente.
Desanimado y sin saber qué buscar reviso la ficha de entrada del espécimen mientras llamo a los guardias que lo trajeron. Ambos confirman lo que ya he leido en el informe: apresado en un bar, vestía totalmente de negro. Inmensa cresta verde, tatuaje y dos pendientes.
Los datos que no se salen de lo establecido, las diferencias con un ciudadano indican la posibilidad de las siguientes hipotesis:
Primera hipótesis: Las personas son iguales a pesar de su vestimenta o aspecto físico.
Segunda hipótesis: Las personas que son privadas de su elemento diferenciador, como pueda ser vestimenta o pelo, recuperan su estado de normalidad
Las conclusiones que puedo deducir son obvias. Se desecha la primera hipótesis por improbable y pido otro espécimen pero que esta vez no le rapen el pelo.
LaRataGris