Todos los perdedores

12 noviembre 2019

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Democracia participativa ya

26 junio 2016

Democracia participativa ya


Celebrando el statu quo

28 septiembre 2015

A estas alturas ya se ha escuchado todo lo habitual sobre las elecciones: la ingente cantidad de palabras que justifican la victoria de los unos sobre los otros, los discursos del bando contrario explicando justamente lo opuesto e incluso los perdedores sin paliativos celebrando una victoria pírrica.

Una vez más todos han ganado y se sienten legitimados para comportarse como niños pequeños, discutiendo en el patio del colegio por ver quien se queda con el arenero.

Pues señores, escasas señoras, me complace informarles que los gatos utilizan de retrete su objeto de disputa. Les deseo, de todo corazón, que cojan un buen puñado de tierra y se lo lleven a la boca con sorpresa incluida, igual que hacen esos niños de los que les hablaba.

Mucho me temo que poco ha cambiado bajo el cielo del imperio y, de producirse alguna transformación significativa, sólo servirá para que no cambie nada.

No hay tanques en la meridiana, señal de que todos celebran el statu quo, señal de que el proceso continua donde todos los partidos necesitan.

Con lo divertido que hubiese sido escuchar algo nuevo para y por la gente y lo aburrida que acaba siendo la política siempre.

LaRataGris


Manualidades constitucionales.

26 agosto 2011

manualidades constitucionales


Señor dos millones cuatrocientos veinticinco mil doscientos veintiséis

26 mayo 2011

El señor dos millones cuatrocientos veinticinco mil doscientos veintiséis estaba muy contento. Había conocido al señor dos mil cinco, un hombre importante en el partido, uno de los cargos más respetados.

Estaba prácticamente seguro de la buena impresión que le había causado.- Con suerte- se dijo emocionado- pronto dejare de ser el señor dos millones cuatrocientos veinticinco mil doscientos veintiséis para volver a empezar como dos millones cuatrocientos veinticinco mil doscientos veinticinco.- Habría subido un peldaño en menos de cinco años. ¿Quién podía decir eso en los tiempos que corrían?

Sin ninguna gran guerra en la que demostrar tu valor por el partido, sin enemigos que abatir,… sin la razón de las armas era prácticamente imposible acceder a las esferas de poder. Nadie mataba a sus lideres y mostrarse sobresaliente era algo complicadísimo utilizando únicamente talento y destreza. Es cierto que existían los juegos, enfrentamientos de uno contra uno. Tediosos, lentos…tenías que matar a tanta gente antes de destacar que se hacía imprescindible conocer a alguien como dos mil cinco, bien situado y amigo de los sobornos.

-Se prepara una bomba- le dijo gesticulando entre copa y copa- eso si que hará subir a las personas. Morirán cientos, miles, millones…- con cada sorbo aumentaban las víctimas y el codiciado premio se hacía más jugoso- el que la lance se colocara en una posición de privilegio, sera un héroe en cuanto lo retransmita la cadena pública.

Número uno fue el último piloto de bombarderos antes de la paz. Bajo sus manos desaparecieron siete países, doce se convirtieron en un erial triste y desolado. Hoy día es imposible llegar hasta el pero quedarse en señor ciento y poco…

El señor dos millones cuatrocientos veinticinco mil doscientos veintiséis futuro dos millones cuatrocientos veinticinco mil doscientos veinticinco, apretó el nudo de su corbata reglamentaria y comenzó a redactar un comunicado anunciando su próximo ascenso. Esquemática, concisa…pensó que ese estilo bien podría valerle otra subida de categoría. De repente empezó a fantasear con su nueva posición como dos millones cuatrocientos veinticinco mil doscientos veinticuatro. Su poder era imparable.

LaRataGris.