Agradecido

25 marzo 2022

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Ejerza su voto

29 enero 2021

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Más romper y menos aparentar

30 abril 2015

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Esclavos de la democracia

30 enero 2014

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La linea de la vida

3 abril 2013

la linea de la vida


Mi propio enemigo

23 julio 2010

Mi propio enemigo


Miedo a las utopías

25 junio 2010

Miedo a las utopías


Día del eufemismo

8 marzo 2009

Eufemismo

Recuperando un dibujo para este día tan especial.


Eufemismo

22 diciembre 2008

Eufemismo


Una linterna sin pilas

4 diciembre 2008

El señor T. que no necesita trabajar, está muy contento porque se ha comprado una linterna. Normalmente no se la podría pagar con el dinero que le da su madre, pero, ¡qué demonios!, un día es un día; y en el anuncio se veía tan bonita.

Los primeros días son geniales, hace sombras, deslumbra a la gente por la calle, lee libros bajo las mantas,…, puede hacer tantas cosas con su fantabulosa linterna que cuando empieza a perder intensidad se siente un poco apenado, y al final, con las pilas gastadas, su mirada se apaga con la de ella.

Durante un par de días se siente triste y solitario, al terceroo decide pedirle un aumento a su madre, pero ella no quiere dárselo.

El señor T ha encontrado trabajo en el centro de la ciudad, aprieta torinillos a unas máquinas que no sabe ni qué son. Con su primer sueldo compra las pilas más potentes y duraderas para su bella linterna. Ya no tiene tanto tiempo para disfrutarl, pero aún le queda algo.

Al mes y medio de trabajo se da cuenta de que pierde mucho tiempo en el camino a la fábrica y se compra un coche. Ha tenido que hipotecar su pisito, pero todas las mañanas va como el viento por la carretera.

El coche no gasta mucha gasolina, pero aún así le supone un gasto. Hasta que deje de pagar la hipoteca el señor T hará horas extras, no le pagas mucho, pero le llega para la gasolina, y con el tiempo que ahorra en el camino, tiene más para jugar con su linterna. Lástima que ahora gaste más tiempo trabajando, «pero, ya verás cuando acabe con la hipoteca»-piensa. También piensa que ya que tiene coche debería cuidarlo un poco. Precisamente ayer vió unos alerones fardones anunciados en T.V. Salieron dos días después de comprarse el coche. Si lo hubiera sabido se habría esperado, pero ahora no puede volver atrás. Y, entonces, el señor T, que necesita trabajar para vivir, se pone muy contento porque se ha comprado unos alerones. Normalmente no se lo podría pagar con…

LaRataGris.