
Word-Action

Toma aire y sonríe con resignación.
Entrando en tu zona de confort, anuncia una voz sintética en su cabeza. Acentúa la sonrisa y cuenta mentalmente los pasos.
Puerta. Uno, dos, tres, giro noventa y tres grados a la izquierda. Cinco zancadas en linea recta. Saluda– Hola-. Vestuario. nueve, diez, once grados a la izquierda. Sietepasos más silenciosos para no molestar. Saluda de nuevo– Hola-. Nueve, diez, once ,doce.
El amo era feliz con su eficiencia mientras él sufría las rutinas. Era el mejor replicando una y otra vez el mismo comportamiento.
-Tienes que salir de tu zona de confort.
La empresa quería cambiar el rumbo, necesitaba que sus empleados acompañasen el movimiento.
-Tienes explorar nuevos caminos que te abrirán maravillosas puertas que ahora desconoces.
Y salió con una sonrisa porque su verdadera zona de confort era obedecer al amo, aunque le propusiese una mierda de lugar común.
Sal de tu Zona de confort, desechaba la vocecita interior, haz la revolución. Esa era una verdadera salida. Pero le habían enseñado el miedo, el no desear lo indeseable.
LaRataGris
Hay un lenguaje nuevo, se sirve del antiguo y desgastado, lo dota de un significado distinto.
Es un código horrible, apesta para los puristas que, hace ya demasiado para recordarlo, rompieron los normas establecidas para imponer los suyas.
Suena moderno y efectivo cuando es usado por pieles tersas e imparables. Se prepara artificial entre arrugas que quieren ser edades que ya no habitan; lo mezclan con lo que fue tendencia, lo pronuncian con acentuada entonación, convirtiéndolo gomoso.
Con el tiempo será mestizo, normal y a batir, como todo código que viene a comerse el mundo.
Así es como nos repetimos, en formas para evitar la evolución. No queremos ir cada vez un poquito más allá en los nuevos significados.
Necesitamos más verbos y menos adjetivos, aunque no busquen esa dirección.
LaRataGris
Sólo tienen que esperar. Sentados en sus despachos, a veces salen, pasean, nos saludan mientras esperan. Si nos quedamos es bajo sus normas, si nos marchamos o morimos, ellos, unicamente tienen que estar, señalar a diestra y siniestra para mover sus fichas, rellenar hueco y seguir esperando.- Ocupa tu lugar o vendrá otro- tanto da si eres peón, obrero especializado o tornillo suelto de la maquinaria, el recambio cuesta lo mismo.
Para preocuparles, para obligarles a dejar de esperar, te tienes que poner de acuerdo con todos los mindundis, mover la misma pierna a la par, en dirección contraria a la eficiencia-¿ Qué sucedan imposibles?- se ríen vigilando las idas y venidas de los revolucionarios solitarios-pobres- se dicen para que lo escuche el resto- sólo tenemos que esperar y si alguno se sobrepasa…- dejan que la amenaza velada se cuele entre sus esclavos, la acompañan de una risa terrorífica, falsa, estudiada para que las fichas vuelen mientras ellos esperan.
LaRataGris