Trabajando amigos
8 abril 2016El furor de la batalla
15 junio 2015-No tengáis miedo- el estadista de altura, en realidad, en la realidad, el hombre pequeño al que la vida le excede, él, se sentó sobre su trono de estiércol e intento calmar a su horda de no vivos- la existencia volverá a sonreírnos. Únicamente hemos de esperar el próximo ciclo.
Muchos de los suyos, de cortas entendederas, le aplaudieron. El resto de zombis, temerosos de perder sus privilegios, también palmearon sus palabras a la par que murmuraban a sus espaldas preocupados-¿ y si no se soluciona por arte de magia?
-Nuestros enemigos-gritaron los titiriteros- no están preparados para la ardua tarea.
Descalificaban, tergiversaban y se agarraban a cualquier trapo sucio, por pequeño que fuese. Los patinazos contrarios eran la droga que deseaban como un yonki anhela su falso paraíso.
Mientras tanto, en otra realidad que comparte espacio, los que llaman huestes del averno no se apostaban para el asedio, no preparaban la guerra como estipulaba el código de las buenas prácticas para que todo aparente cambiar sin cambiar. El ejercito de los perdedores atacaba sin más, sin gritar, sin orden ni jefes. Envolvieron los desiertos de una niebla de vida espesa, de esperanza, que es lo poco que les quedaba.
– A veces; cuando decís que no estamos preparados para hacer las cosas, significa que no las haremos como vosotros habéis hecho hasta ahora. Y eso es bueno por que no queremos ser vosotros, ganadores.
LaRataGris
La espera
3 noviembre 2014Sólo tienen que esperar. Sentados en sus despachos, a veces salen, pasean, nos saludan mientras esperan. Si nos quedamos es bajo sus normas, si nos marchamos o morimos, ellos, unicamente tienen que estar, señalar a diestra y siniestra para mover sus fichas, rellenar hueco y seguir esperando.- Ocupa tu lugar o vendrá otro- tanto da si eres peón, obrero especializado o tornillo suelto de la maquinaria, el recambio cuesta lo mismo.
Para preocuparles, para obligarles a dejar de esperar, te tienes que poner de acuerdo con todos los mindundis, mover la misma pierna a la par, en dirección contraria a la eficiencia-¿ Qué sucedan imposibles?- se ríen vigilando las idas y venidas de los revolucionarios solitarios-pobres- se dicen para que lo escuche el resto- sólo tenemos que esperar y si alguno se sobrepasa…- dejan que la amenaza velada se cuele entre sus esclavos, la acompañan de una risa terrorífica, falsa, estudiada para que las fichas vuelen mientras ellos esperan.
LaRataGris
Cayendo
4 agosto 2009-¡Más deprisa!- gritaban desde arriba- ¡Corred o no llegaréis!
Y salíamos disparados sin fijarnos en los que caían. Sólo mirábamos el horizonte; la lejana meta a la que llegar para, desde lo más alto, dejarnos la voz chillando- ¡Vamos, cabrones, acelerad!
Pero nunca alcanzábamos la cúspide. Parecía suficientemente cercana como para que el desaliento no nos pudiese y, a la vez, jamás, podíamos tocarla. Llegar a ella era ver un pico más alto, escondido por las nieblas del ascenso. Su inquilino nos regalaba una corbata antes de irse y nos dejaba las instrucciones en un tono más apropiado, mirando siempre hacia abajo, preocupado de que nadie más se enterase.- Jalea a los galgos, que suban como balas. Solo cuando uno ocupe tu nuevo puesto podrás seguirme, subir un poquito más
Y veíamos pasar los años, las gentes, los caídos en contradirección. Siempre encontrábamos nuevos objetivos cada vez más altos, siempre más deseables porque en cada uno de ellos podías volver a bramar como te habían hecho a tí antes. Te desplomabas, solo que en la dirección correcta.
LaRataGris.