Entró cerrando los ojos, dejando que fuera el tiempo quien le describiese cada rincón del bar. El aceite requemado, la conversación de los borrachos habituales y el aire como una presencia física. Un parroquiano lo aparta de un empujón y sus pies se despegan con dificultad del suelo.
Abre los ojos para intentar no volver a tropezar, el espeso humo y la escasa luz no ayudan.
-Una cerveza, botellín, que no tengas que limpiar un vaso.
Mama Gladys escupe sobre la barra y mezcla grasa recubierta de polvo con el gapo y la vida de la balleta.
-Nadie, en su sano juicio, entraría aquí por su propio pie ni después esperaría salir sin perder algo por el el camino. Tómatela deprisa y no molestes a mis parroquianos. Este consejo es gratis, por los viejos tiempos .
-Claro, Mama Gladys.
– Ya no perteneces aquí, no la cagues- Y vuelve a escupir, está vez a sus pies, antes de marcharse.
Una mesa demasiado animada llama su atención y, de los cuatro que la ocupan, el más joven se da cuenta.
-¿Vas a dejar de mirar, payaso?- le dice mientras se acerca con pocas ganas de hacer amigos.
-Me parecéis un grupo simpático.
-No somos alegres muchachos ¿Qué coño quieres?
-Lo que no busco son problemas.
-Lugar equivocado, Mandril -y los ojos serenos de uno se encuentran con los inyectados en odio del otro.
-Entonces será mejor que me acabe la cerveza y me vaya.
-¿Qué pasa, Rou?- una voz ronca y directa surge desde la mesa.
-Nada, Matt, un imbécil que ya se va.
-Sabes, Rou- le dice Matt -Solo he conocido a un tipo con tan mal gusto para las camisas. Un viejo amigo al que juré matar si volvía a verlo.
Marv se mira los dibujos Hawaianos.
-¿Entonces lo mato, Jefe?
-No creo, me debo haber Confundido ¿Verdad, Marv?
-Claro, Viejo amigo.
-Eso pensaba.
Marv suspira, nada lógico lo ata a esté lugar Se levanta para deshacer el camino hasta la puerta cuando Matt le hace un gesto.
-Marv, No necesitabas esa advertencia para saber que no eres bienvenido. La tienes solo porque soy mejor que tú. No volveré a avisarte.
-¿El cementerio es neutro?
-Solo hasta que la entierren.
-Solo hasta que la entierren -y se marcha sin mirar atrás, como hizo hace trece años.
LaRataGris