El año en que todo se rompió…

9 agosto 2022

Se rompió el bañador, un pequeño desgarrón, casi inapreciable, invisible. Como un previo a todo lo que vendría.

Rompí un vaso de cristal, un espejo: siete años de mala suerte. Las páginas de mi libro favorito aparecieron rasgadas y pintarrajeadas por rotuladores de diversos colores, con la gracia de un niño pequeño.

Se rompió el mango de la sartén mientras le daba la vuelta a la tortilla y comí revuelto de huevos con pelo de gato y pisadas humanas.

Se rompió mi móvil, me quede sin las fotos de los últimos meses y, eso si, desaparecieron comunicaciones innecesarias, reproches sin sentido.

Adiós a la nevera en plena ola de calor, menos mal que no tenía aire acondicionado que también hubiese optado por el suicidio.

Se rompió el cielo a llorar pero no refrescó, se rompió mi corazón y tú rompiste mi vida… qué iba a hacer yo sin tu voz, sin libros ni palabras que me recordasen a ti. ¿Dónde está tu desorden?

¿Qué podía hacer cuando todo lo que tocaba se rompía? ¿ir a la playa, que tendría que ser nudista?¿verme reflejado en el mar?¿beber agua de grifo? o ¿arreglarlo todo y seguir pintando sonrisas hasta que cambie mi mala suerte?

Le robé un segundo a cada hora y salí corriendo tan deprisa que la tristeza no pudo alcanzarme. Empecé a romper cosas de cero, desordene mi habitación y le grité al mundo que no pararía hasta romperlo todo de nuevo, hasta sentir otra vez que algo me volvía a doler como el año en que todo se rompió.

LaRataGris


Pobre afortunado

16 febrero 2017

pobre afortunado


Los últimos instantes de Pandora

23 febrero 2015

Cuenta la mitología que Pandora dejó escapar todos los males sobre la tierra, todos menos uno. El más terrible, el peor, lo consiguió encerrar en una pequeña cajita que, desde entonces, protege con su vida. Si alguna vez escapa sera el final de la humanidad.

Leonor levantó la pesada tapa forrada de terciopelo y miró por la rendija que se había formado. – aquí no hay nada- le dijo al cuerpo desmayado de Pandora- ¿¡para nada he tenido que drogarte!?- evidentemente no obtuvo respuesta.

De repente, sin que se diese cuenta, un grano de arena se escapó del arca, también una gota de agua que colmo el vaso.

Pasado un instante una marejada inundaba la habitación. Golpeada por las frías aguas, Pandora, se fue desperezando- ¿¡qué has hecho!?- gritó a Leonor. Esta, nerviosa, jugaba con barquitos de papel que se hundían irremediablemente. Con los ojos idos y el corazón excitado, le respondió con una risa penetrante.

– Nada.- consiguió articular- Lo solucionare- pero en realidad no sabía como arreglar todo lo que había desencadenado.

Pandora, asustada, intento beberse toda el agua, comerse toda la arena. Tragó hasta que no pudo soportarlo más, se quebró y se volvió tan loca como su amiga. – lo solucionare- canturreaba Leonor- lirulilo solucionare, rado.

– Rado, laro- siguió Pandora la tonada mientras el líquido las cubría por completo, llenando la habitación, pudriendo sus paredes hasta lograr romperlas e ilurilu, larala por el mundo loco la.

LaRataGris


Promesas rotas

26 septiembre 2013

Promesas rotas