De verdad que para estas ocasiones me dan ganas de coger un dibujo antiguo y reaprovecharlo. Que hartura de repetición.
Dormir, despertar
15 marzo 2022El cinco de mayo María Tristesemblante despertó con la pereza aún enganchada por toda la piel. Se estiró con la tranquilidad de un gato y, por fin, se levantó después de seis años dormida.
Sin amigos ni familiares cercanos nadie se dio cuenta de su desaparición. En el trabajo le dieron de baja sin hacer demasiadas preguntas; a la tercera semana de no aparecer se le envió un burofax que jamás recibió y, tras una muy mínima insistencia, dieron por concluida su relación.
Su cuerpo se Adaptó a la escasa alimentación: restos de insectos caían en su boca, los jugos que arácnidos salvajes dejaban escapar de entre sus fauces; el agua de una cañería con fuga la hidrataba.
Después de tanto tiempo se levantó descarnada, con los labios resecos, pegados entre si. Parecía un esqueleto que había sobrevivido al fin del mundo.
La vida había cambiado. El miedo se había apoderado de la gente tras la última crisis económica. Se habían vuelto adoradores de doctrinas promesa; la fe en un futuro mejor era necesaria para no morir de miedo. El propio gobierno aprobaba los medidas antipánico en forma de falsas religiones que apaciguaban a la gente.
María salió a la calle arrastrando los pies, con la piel blanca reflejando el sol como si estuviese hecha de espejos.
-Hola-dijo con la voz reseca, sin obtener respuesta.
Allí no quedaban humanos que respondieran, solo animales antropomórficos demasiado asustados.
¿Qué había pasado en este tiempo demasiado largo y distinto?
Tras despertar el sueño no podría ser como antes, tras la caída tendría que aprender el lenguaje de los animales para oír y explicar.
LaRataGris
Promesas
30 marzo 2015El peso de su realidad: hambre. Crisis, hambre, paro, hambre, día, hambre, noche, hambre, hambre, hambre, hambre. – Trabajo garantizado, paraíso, alegría- lee las promesas del tiempo de prometer demasiado y es de un precio imposible. No puede pagar el cursillo que después le dará de comer y, que demonios, el tiene hambre. Hambre ahora y durante y tras el curso. Tampoco sera por trabajar, o por dejar de hacerlo, es que el quiere comer y se come las uñas nervioso, pero no le alimenta.- ¿dónde se prostituye uno?- pero en cualquier lado ya no tiene el cuerpo para tantos bailes. Unicamente le queda releer el panfleto en el que busca como llegar a ese paro cero, sin tener que pagar por ello, sin no tener que morir en el intento.
LaRataGris