La Caída

8 diciembre 2025

Hubo al principio una ascensión lenta y dirigida. Hacia abajo, la caída, se veía terrible. Hacia arriba lenta, dirigida, monótona; parecía interminable. Como si el pico de la montaña fuese un cielo inalcanzable.

Ya no importa. Resbaló y cayó como un relámpago fulminante. Cuando la fricción lo desposeyó de fuerza e iniciativa continuó deslizándose pendiente abajo, paulatina e irremediablemente.

Contrariamente a lo que te puedas imaginar, con cada giro, cada metro perdido; se sentía más lleno y feliz. Se iba quitando el lastre innecesario hasta que, desnudo, frenó contra un saliente.

Con el cuerpo magullado y las fuerzas reducidas gritó- ¡Fuera la careta del triunfo!¡Adiós al disfraz de la aceptación!

Hasta el averno había sido un viaje rápido y trepidante, mucho más de lo que fue la pesada subida. La adrenalina de tantos años explotó en luces dolorosas.

De pie respiró el aire puro del infierno y se sintió como en la promesa de un paraíso perdido. Se sentó a admirar aquel lugar idealizado.

Sobre su cabeza sonaban los cantos de sirena. Por debajo, en un abismo más profundo, los lamentos condenados.

Estaba en el lugar perfecto y  no decidió quedarse. Se lanzó de cabeza dispuesto a ser uno más de los únicos que aún pueden cambiar el mundo.

LaRataGris


Sin cambiar ni llegar a morir

1 septiembre 2025

Sin cambiar ni llegar a morir¿Ha cambiado el mundo? ¿Soy yo el diferente? Sigo pensando en la belleza de la revuelta, en la pena del pobre.

Recojo, como recogía, con las que levantar altos muros; las lanzo si es necesario .

Soy el mismo; viejo, gruñón y cansado que no deja de caminar.

LaRataGris


Perdida de la inocencia

13 junio 2025

Para cambiar el mundo tenemos que recuperar la inocencia perdida.


Barrio cojo

2 julio 2024

Todas nos conocíamos en el barrio y sabíamos de que pie cojeábamos. Como se movían las calles, renqueantes, pero seguras y directas.

Sabíamos quien era el listo, la que mejor lo arreglaba todo, el pesado, el homosexual… cada uno tenía su etiqueta, su San Benito.

Podíamos señalar a la puta sin temor a equivocarnos, hablar de lo que cobraba, con cuantos viejos se lo hacía y de que el Cefe era el que le había pegado las ladillas.

De lo que no teníamos ni idea, ni queríamos saber, era de como había llegado a esa situación. Si era feliz, si cambiaría de tener la oportunidad. Sólo era la puta asiática del barrio, con eso era suficiente.

Como la vieja del visillo, el modernikis, la supermadre y el sucio fontanero,… todas las profesiones y, sobretodo, la profesional.

LaRataGris


La hostia de vida

22 septiembre 2023

Q


El nazi sensible

7 julio 2023

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Vivir ajeno

17 enero 2023

Última moda


Reflexión_es

7 enero 2023

Al levantarse


El hombre relativo

28 octubre 2022

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Ciencias vs. letras

21 octubre 2022

¿Ciencias o letras?