
Vivir ajeno
17 enero 2023Cariño programado
5 noviembre 2019Era un muñeco precioso, de mil detalles: sus ojos verdes, la nariz juguetona, la media sonrisa, el pelo, los brazos, la forma de sentarse y su millón de complementos: ropa, mansión, casa de vacaciones, palacete, pisito, coches, moto, avión,… comida de plástico, caviar, champan y unas velas.
Al apretar su barriga te quería con una voz aguda y sin tonalidad alguna. En su pecho derecho habían grabado una petición de fidelidad, en el izquierdo no tenía nada. Exigía abrazos y caricias de una forma sistemática, cada tres horas te recordaba que estaba allí dispuesto a ser amado, achúchame.
Nick era el muñeco favorito de todo el mundo, la gente tenía, como mínimo, uno por casa, uno por persona si se lo podían permitir, para evitar los celos.
Se le trataba a cuerpo de rey, el protagonista de todas las historias, tu consejero si lo necesitabas. Podías preguntarle cualquier duda moral aunque, en realidad, él tenía un discurso constante. Te miraba con sus fríos ojos de monigote, mientras tu rodeabas su cuerpo inerte, anegado en sollozos entrecortados. Jamas movería un dedo por ti, por mucho que te amase.
Encerrados en aquel mundo la gente, cada vez más, estaba necesitada de alguna palabra, un gesto que los llenase de esperanza.
Fue entonces cuando la compañía lanzó a la venta la serie dos K, con un brazo articulado que cualquier usuario podía manipular para obtener el gesto adecuado. La vida volvía a brillar
LaRataGris
Derrotados
13 agosto 2018Su cuerpo parecía poseído por el vacío, como si solo su envoltorio perteneciese a la realidad, podías verlo pero solo había aire dentro de él.
-Ya es demasiado tarde- pronunció con su voz de vientos perpetuos-, ya no podemos solucionarlo.
Angie pretendió ignorarlo sin demasiada suerte, su pesada sombra era tan envolvente, excesivamente gris. Con esfuerzo fue bombeando dolor con su corazón magullado, hasta que ya no pudo callarse- ¡Tu nunca has hecho nada por nadie! ¡Jamas has pretendido cambiar el mundo por algo mejor! siempre arropado por tu tristeza de mierda.
-Pero, ¿No lo ves?- volvió a repetir con desgana- Ya es demasiado tarde.
– Si, para ti siempre es demasiado tarde. Menos mal que el resto, incluso los derrotados, los que quieren volver a levantarse, no dependen de ti. Te quiero -Se detuvo como si cada palabra fuera una tonelada de plomo en la garganta -, te quería, pero no voy a parar por ti
LaRataGris
Descripción de una pena
31 julio 2018No era muy grande, metro sesenta y poco. De ojos tristes y palabras esquivas, casi inaudibles.
No tenía nombre y siempre caminaba a mi lado, para no perderse. Yo, que sabía de su presencia, prefería ignorarla mirandola.
Mi pequeña pena por todo. No había felicidad en el mundo que pudiese saciar tu hambre.
Yo te cogía en brazos cuando te veía demasiado cansada, seguía llevándote conmigo porque, de alguna manera autodestructiva, yo te quería incluso cuando ya no podía quererte.
LaRataGris
En cambio, hecha de alegrías…
Aprendiendo a reir y llorar
5 mayo 2018
Un día mi madre me dijo que le dejara leer algo que había escrito. Se lo leyó entero, poniendole mucho interes, y luego me dijo que estaba bien, pero no había entendido nada.