Caído en poder

29 octubre 2024

Reptó hasta un rincón al que no llegaba el sol, su cuerpo frio respiraba muerte y tristeza.

-Pobre Jorge – musitó Alden en terciopelo-. Ha sido con diferencia el peor de nosotros y, aún así, su final llega como una ráfaga de pena.

– Yo – lapidó Ger- no siento ninguna compasión por sus huesos. Igual que él tampoco tuvo ningún remordimiento en ser brazo ejecutor.

No suficientemente lejos, Jorge, escuchaba toda la conversación, intentando que no afectara al mundo que se había montado. Repaso todos los fracasos de su vida, los excesos en el éxito. Nunca había hecho nada que no quisiera.- Todo lo hice con convicción- susurró

– iY sin piedad!- le gritó Ger-. i Hijo puta!- e inmediatamente murió sin que nadie quisiera recoger el Cadáver.

-Pobre Ger- Musitó Alden.

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La guerra directa

5 abril 2022

La guerra comenzó como cae un grano de arena en el reloj de la vida. Una estampida en un campo de minas; tren sin freno, en línea recta, dispuesto a descarrilar en la ultima estación. Un susurro y todo cambia.

Según calculo morirían los necesarios, ni uno más ni uno menos; suficientes para declarar la victoria sin lugar para la duda.

Finalmente ganó el rey de la nada, perdió la gente. Un vencedor y millones de muertos.

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Cenicientas del no future

8 julio 2013

Más allá del escaparate la tarde parecía apacible. El sol, soberbio, se entretenía en el cielo azul, calentando los nítidos cristales. La gente que vivía en aquella tienda se empeñaban en absurdos, tareas que mantuviesen contento al cacique. Limpiaban lo limpio mientras soportaban la tensión por si algún dragón rugía.

– Alto- susurro el amo- yo soy bueno. No os levanto la voz, sonrió,… debéis quererme- y al unisono aplaudieron su elocuencia por que, si bien era suficientemente amable, su contrariedad podía ser nefasta.

Inmediatamente volvieron a sus quehaceres hasta que el dueño se marcho. Un estruendoso suspiro escapo de cada cuerpo y los esclavos organizaron distintas brigadas. Con una agilidad desconocida deshacían lo mismo que se habían esforzado por realizar, hasta que el desorden fue exacto al del día anterior y pudieron descansar. Cuando volviesen a abrir seguirían siendo necesarios. Eran cenicientas sin sueños de príncipes, era suficiente con sobrevivir, existía el presente y su falsa promesa de seguridad.

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