Desequilibrio

18 abril 2023

Miró a su alrededor, las cosas estaban en su sitio: el cielo, la tierra, las catacumbas sombrías del suicidio. Habló con sus amigos, abrazo el amor de su vida y distraído cantó de la misma forma en que respiraba.

– Que maravilla el mundo – se dijo sin convicción. Sabía que en realidad todo era mentira, una fantasía que no aguantaba la distancia. Y él, claro, había tenido que alejarse, adentrarse en la oscuridad, donde no existe alegría. No viajó kilómetros.

A veces en el barrio de al lado, en su propia calle, solo tenia que mirar apartando ligeramente sus ojos de la seguridad conocida. Miró a su alrededor, diez metros más allá las cosas estaban bien jodidas, desubicadas, desequilibradas.

-Que maravilla de mundo- se dijo ahora más convencido. Había apartado la niebla de la fantasía, ya no se engañaba, podía intentar cambiar.

LaRataGris


Racionalice su respuesta

9 diciembre 2022

Al levantarse


El orden de la tristeza

4 octubre 2022

-Puede que así sea mejor- Lara deja que la nada acune su olvido, que el tiempo cure sus desórdenes.

Durante algún tiempo había acariciado la idea de explotar, salpicarlo todo con la mierda que tenía dentro pero…¿de qué serviría?

El daño se había enquistado como una espina envenenada. Habla, podría destruir toda una realidad con solo respirar.

Cansada olvida cada una de las frases que tenía preparadas, cada uno de sus reproches se los calla y se deja tocar por el tiempo, teje el silencio y todos esta triste dentro de un orden.

LaRataGris


Retromaduración

29 julio 2022

Ilusión


Silencio sabor soledad

31 mayo 2022

No quedaba nadie en casa. El silencio oprimía al viejo como si toda su vida hubiese estado ahí, apretando, haciéndose un hueco hasta que solo él quedaba frío e inservible.

Encendió la radio para ver si conseguía autoengañarse con las voces, la música, los ruidos. Sonaba a un millón de años luz de distancia, en un tiempo perdido.

Lo apagó al instante, respiró de nuevo el silencio para que la nostalgia no lo llevase hasta la puerta de otra época, para que la soledad no volviese a tomar la iniciativa.

-¿Cuanto hace que estoy solo?- Se preguntó- ¿Cuantos años estuviste conmigo pero ausente?- Pregunta a los fantasmas.

Los platos quedan en el fregadero, los dientes negros adornan una sonrisa distante y apagada, se hecha a dormir con la ropa de la calle, abrazado a la desgana, soñando momentos que ya son imposibles.

LaRataGris



Aprender derrotas

9 noviembre 2021

Aprendimos sobre la marcha, a fuerza de golpes y silencios.

-¿Érice?- Algunos caían para siempre. Desaparecían como si nunca hubiesen pertenecido a la compañía.

La empresa contaba los muertos y, los que quedaban, eran clasificados en uno de los dos grandes grupos existentes; pertenecías a los que resistían o eras de la triste gran mayoría.

Incapaz de reaccionar, la gran mayoría, se plegaba al sistema, nos traicionaba. A menudo incluso los resistentes teníamos que aparentar ser babosas para obtener un momento de paz, eso obligaba a desconfiar los unos de los otros.

Nunca podías saber con quien te levantarías. Te acostabas con un compañero, sí, pero por la mañana podías estar muerto; sino ya te mataría.

Siempre la siguiente embestida era peor, más arrolladora, más cruel. Más intensa y tú, con menos fuerza, te atas frente a las sirenas, te afianzas y esperas que la cuerda aguante lo suficiente como para seguir aprendiendo.

LaRataGris


Sueña libertad

5 febrero 2021

Sueña libertad

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Roto

13 octubre 2020

Un año después.

Sus ojos tristes y cansados, perdidos, se intuían bajo la tinta de los tatuajes. Marcado tras una noche loca en la que perdió algo más que la furia y el ruido.

Aquí estoy, gritaban los dibujos de la piel y no podía esconderse.

Le había quedado una ligera cojera, también un acento doloroso y la mirada, esos ojos tristes y cansados que no dejaban de vigilar la nada.

Mama le limpió la barbilla antes de afeitarlo y, ya sin necesidad de llorar, reconstruyó en cada surco de su piel aquella noche fatídica. La llamada a los seis de la mañana de, hoy, hace exactamente un año, tres meses y dos días.

Aquel no era su hijo, esa fue su primera idea. Su hijo no se hubiese tatuado, su hijo no se volvía loco, su hijo no podía ir contradirección, sin control, escupiendo rabia y desesperación…su hijo no se había roto.

Anudó más fuerte la garganta y volvió a limpiarle la barbilla.

Una canción, como una nana o una retahíla de murmullos quejumbrosos, antes de empezar de nuevo…

LaRataGris


Sopa boba

30 septiembre 2020

Sopa bobao.=