Tostadas mojadas

19 enero 2021

Pasados por agua

Hay poca gente que lo recuerda pero hubo una época en la que a los delfines se les llamaba tostadora. Todo el mundo tenía una en el salón de su casa; por estatus y por tener tostadas frescas cada mañana.

Colocaron enormes, aunque no lo suficiente, peceras para que no se les muriesen las tostadoras.

Metían rebanadas de pan por su espiráculo y, en apenas diez minutos, esperaban que estuviesen hechas.

Tostadora: dícese del animal acuático que permite hacer tostadas para desayunar.

El diccionario era claro en su definición pero un grupo de activistas pro-cereales comenzó a acusar a los mamíferos de no tostar bien. El propio animal dejó de saber como actuar. Se ahogaba con las rebanadas o, en el mejor de los casos, cuando conseguía sacar el trozo de pan, disparaba el pan mojado y sin torrar.

Una comisión de expertos en nada empezó a debatir en el congreso, llegando a la conclusión perfecta

-Que lo gestione el servicio el servicio técnico de la empresa comercializadora.

La empresa productora de delfines comenzó a recibir devoluciones hasta que el operario tres mil veintisiete abrió el aparato en busca de algún fallo.

-Sienten y lloran- la información se desplazó escalando puestos, como un reguero de pólvora, hasta caer en manos del director general -las tostadoras están vivas.

Quemó las pruebas y dio orden de buscar una nueva forma de calentar el pan. Pasaron por leones y moscas, mocos deshidratados, tostaron a martillazos, cualquier cosa que los mantuviera en la cresta de la ola. Hubo muchos fracasos hasta llegar al actual aparato que hoy habita en nuestros casas.

Epilogo:

Muchas tostadoras fueron liberadas, otras murieron sin ver nacer el sol. Las que sobrevivieron parecían gritar al fin, el ultimo animal encontrado, el delfín. El nombre fue calando en la sociedad, que no tenía ganas de complicarse más de lo necesario. Hasta hicieron por olvidarse de lo que habíamos provocado por demasiado tiempo.

LaRataGris


No al maltrato animal

6 junio 2016

No al maltrato animal


El furor de la batalla

15 junio 2015

-No tengáis miedo- el estadista de altura, en realidad, en la realidad, el hombre pequeño al que la vida le excede, él, se sentó sobre su trono de estiércol e intento calmar a su horda de no vivos- la existencia volverá a sonreírnos. Únicamente hemos de esperar el próximo ciclo.

Muchos de los suyos, de cortas entendederas, le aplaudieron. El resto de zombis, temerosos de perder sus privilegios, también palmearon sus palabras a la par que murmuraban a sus espaldas preocupados-¿ y si no se soluciona por arte de magia?

-Nuestros enemigos-gritaron los titiriteros- no están preparados para la ardua tarea.

Descalificaban, tergiversaban y se agarraban a cualquier trapo sucio, por pequeño que fuese. Los patinazos contrarios eran la droga que deseaban como un yonki anhela su falso paraíso.

Mientras tanto, en otra realidad que comparte espacio, los que llaman huestes del averno no se apostaban para el asedio, no preparaban la guerra como estipulaba el código de las buenas prácticas para que todo aparente cambiar sin cambiar. El ejercito de los perdedores atacaba sin más, sin gritar, sin orden ni jefes. Envolvieron los desiertos de una niebla de vida espesa, de esperanza, que es lo poco que les quedaba.

– A veces; cuando decís que no estamos preparados para hacer las cosas, significa que no las haremos como vosotros habéis hecho hasta ahora. Y eso es bueno por que no queremos ser vosotros, ganadores.

LaRataGris


La ciudad en rebajas

29 julio 2013

La ciudad engalanada, vestida de alegría y fiesta mientras, la gente pequeña que la habita, se le pudren las entrañas. Es un exquisito cadáver de cuerpo aparente viviendo el futuro de este presente muerto, una fulana en rebajas para poder comer de limosnas.

– Que mis esclavos- dice por boca de su alcalde- trabajen por menos, hasta que desaparezca el día y se funda la noche. Sed serviciales con los compradores extranjeros.

De distintos países empiezan a llegar vivos atraídos por la carroña promocionada. Picotean sin descanso hasta que no queda nada para la pobreza autóctona, unicamente sus microtrabajos de sueldos ridículos. Se cuentan por millones los asalariados que no tienen ni para sobrevivir. Trabajan sin vida, sueñan sin imaginación, siempre con la exigencia de saber más.- chapurree ingles, aprenda ruso, conozca el noruego y el francés o alemán…. Estudie lenguas pero no la de los inmigrantes, esos que se integren. De más por menos.

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