
Espíritu de superación
31 octubre 2024La segunda lluvia (flyer)
11 diciembre 2023Aquí te presento mi nuevo cómic. Te lo puedes descargar en: https://lektu.com/l/las-horas-muertas/la-segunda-lluvia/22494
Aunque reconozco que la campaña no está muy allá, ni el cómic, ni la época de subirlo…pero oye puedes leértelo gratis y, si te gusta y quieres ayudarme a pagar el material de dibujo, siempre puedes lanzar unas moneditas para que baile el mono.
Gracias por tu atención.
LaRataGris.

Juego de niños
19 diciembre 2016-Es algo muy divertido- dijo Ferran- Hay una pistola, un cuchillo, una sierra e hilo de pescar, lo sorteamos entre los cuatro-Oscar se había echado para atrás, era un cobarde, por eso yo había ocupado su lugar- El que más muertos consiga gana.
Estaba casi seguro de que Sara estaba allí por que Marco quería chulearla, solo tenía doce años pero sus tetas habían crecido mucho en el último año. Yo también le pegaría un buen repaso si Marco no fuese tan jodidamente posesivo con lo suyo.
-Nueva regla- dijo Marco- Escoge tu primero por ser la peque más bonita- y le lanzó un beso repugnante- Ya se que te sorprende mi galantería, pero me gusta ser así con las chiquitas guapas.
Sin dudarlo se abalanzo sobre la pistola.
-¿Estas segura? -le preguntó Ferran -Solo tiene seis balas
-Me sobran tres- respondió mientras le disparaba ente ceja y ceja- ¡Ya voy en cabeza!-. Se giro hacia el asustado Marco al que le perforo los pulmones- ¿A que ahora soy yo la que te ha impresionado?
Cagado de miedo busque con la mirada el machete, estaba a una vida de distancia así que le grite con todos mis fuerzas- iDescalificada!
-¿Qué?- se encaró hacia mi con la pistola apuntando al suelo. voy en cabeza.
-No puedes matar a los participantes, es hacer trampa- Intente esconder mi farol en una falsa seguridad
-Mierda
-Más suerte el año que viene -y me aleje suplicando no escuchar el clic del gatillo.
LaRataGris
Microrelato de terror
1 noviembre 2016Me contó la luna que en mis entrañas habitan seres del averno, que les escucha roer mis huesos al caer la noche. Por eso soy tan frágil cuando me golpea.
LaRataGris
Y, aunque puede que lo continúe, acabas de leer el microrelato con el que participe en el concurso propuesto por Esther Magar. En su blog puedes leer el resto de obras de todos los que participaron
Microrelatos para el día de los muertos
31 octubre 2015
Dani cerró lo ojos, levantó un muro entre él y sus fantasmas-¡No sois reales!-gritó-No sois reales-susurró con los ojos cerrados para siempre.
LaRataGris
…
-Me siento muy sola y aburrida ¿quieres jugar conmigo?-me susurró la muerte.
LaRataGris
Acabas de leer los dos microrelatos con los que participé en el terrorífico reto de Esther Magar. Espero que te pareciesen cortos pero intensos y que te hallan dejado intranquila.
Los lobos de Luna
17 diciembre 2012El año en el que nació Luna, sus papás le compraron una cuna, un carrito, un parque de juegos, humidificador, walkies, videocámara, ropa, mucha ropa, más ropa de la que se podría poner en toda una vida, cuarenta y tres pares de zapatos, peluches, mantitas, un amigo imaginario, chupetes, biberones y un millón de trastos que en aquel momento no podían llegar a imaginar lo inútiles que eran. Guardaron todo aquello en la que sería su habitación y, como ya no cabía nada más, ni tan siquiera la pequeñísima niña, se la llevaron a dormir a su cama, dónde podían abrazarla mientras descansaban y ella tomaba tetita.
Para Luna aquella era una habitación oscura, llena de sombras terribles y danzarinas. Cuando tenía que entrar su suelo crujía como aullidos de lobos tristes y su aliento era de miedo y gritos. le gustaba tan poco que siempre le pedía a su papá que la cerrase con muchos cerrojos, que le pusiera un candado y la llave se la llevase cualquier viento de paso. Sobre todo, no quería que aquel cuarto continuase mirándola fijamente mientras se relamía de hambre, quería que se lo llevasen de su casa para siempre.- Pero- le dijo un día su papá- esa es tu habitación, no podemos deshacernos de ella.-
La pobre niña se asustó tanto que dió un bote hasta los brazos de mamá y, llorando desconsoladamente, le pidió que no la dejase dormir allí solita nunca jamás.- Tranquila- la besó suavemente- no hace falta que duermas ahí si no quieres.
Luna dibujó un Sol enorme sobre una cajita de cartón, lo recortó con papá y lo pegaron en la habitación mas triste de la casa, para que nunca lloviese en ella. Mamá no dejaba decirles que no hacía falta, que con o sin Sol jamás llovería allí dentro. Y lo cierto es que desde entonces no ha caído ni una sola gota de agua sobre aquel suelo. Así que, a pesar de las reticencias, aún no ha podido decir que no haya funcionado, aunque la habitación siga estando triste.
Una noche los lobos que crujían el suelo salieron por el pasillo hasta la habitación de los padres, cogieron con delicadeza un bracito entre sus grandes colmillos y arrastraron suavemente a la niña hasta su cuarto.
Cuando la pobre se despertó sola, rodeada de aquellos ojos amarillos, lloró tanto que se dibujó un río sobre el suelo, gritó tantísimo que se hizo un rumor de viento entre las cuatro paredes y se cansó de tal manera que volvió a quedarse dormida a pesar del miedo que estaba pasando.
Cuando llegaron sus papás, asustados por el llanto, dormía inquieta sobre una cama de lobos gruñones.
-Ella nos pertenece- dentelleó el viejo lobo que vigilaba la puerta- No podéis venir a raptarla de su cuarto.- Acto seguido les enseñó unos dientes feos y sucios mientras les señalaba con el hocico el lugar por el que habían llegado y por el que podían marcharse.
Sin asustarse, sus papás, hincharon el pecho para parecer algo más grandes de lo que se sentían en ese momento. Con la voz mas firme que pudieron le dijeron a los lobos si le habían preguntado a ella dónde quería dormir- Puede que vosotros seáis los ladrones y no nosotros.-
Los lobos se miraron extrañados. Llevaban tanto tiempo autocompadeciéndose que se habían olvidado de los sentimientos de la niña. Se sentaron a esperar que despertase y, con la mejor sonrisa que puede tener un lobo, le preguntaron por lo que quería hacer ella.
-Me dáis miedo y quiero estar con papá y mamá- Los lobos, más tristes de lo que jamás habían estado, agacharon la cabeza y escondieron el rabo entre las piernas. Ellos nunca habían querido asustarla, sólo necesitaban jugar con Luna porque se aburrían. Pero, ahora, creían que eran demasiado malvados como para estar con ella.- Pero- dijo Luna- si dejáis de asustarme vendré a jugar con vosotros.
Los lobos no podían creérselo, abrazaron con sus patitas peludas a la niña que no quería verlos tristes y le prometieron que jamás volverían a asustarla. Entonces, entre todos sacaron los trastos inútiles que ensombrecían la habitación. Dejaron el río que había llorado Luna para no olvidar lo sucedido, el viento murmurado para siempre sentirse acompañados y el Sol de cartón para que no lloviese nunca. Pintaron árboles en las paredes, lanzaron confeti verde por el suelo y la habitación de Luna se convirtió en el bosque de los lobos felices. Tan contentos se pusieron que cantaron una canción y toda la familia se puso a bailar con aquellos aullidos a Luna, hasta que fue muy tarde y cayeron rendidos al suelo, donde durmieron toda la noche.
LaRataGris
Transmutación de los miedos
17 octubre 2011Nos aterrorizaba el silencio, también el ruido o el color azul, los olores, las fichas de ajedrez, los peces y cualquier cosa. Nos habían enseñado a sentir pánico por lo que no considerasen normal, por las excepciones y las palabras capaces de cambiar la mente. De repente una barra de pan era peligrosa, se había descubierto, habían decidido y todos teníamos que comprar un novedoso producto más fiable y nutritivo, al menos hasta el próximo cambio de mercado. Con el miedo llegaron los vendedores de valor. Lo vendían en cualquier esquina a precios desorbitados, comerciantes autorizados con todos los permisos en regla. En el barrio se consumía rápido, se necesitaba mucho y se agotaba deprisa. Vivíamos para sentirnos seguros.
Medianoche murió de un exceso de valentía. Se derramó mi frasco de coraje y el gato lamió las baldosas hasta sentirse tan poderoso que quiso volar. En seguida me prepare una infusión de alegría pero la felicidad no pudo enmascarar mi nuevo espanto. ¿Cuanta dosis podría aguantar antes de pasarme lo mismo?¿ cómo sobreviviría el resto de mes sin dinero para sustituir el arrojo perdido?
Ansioso me escondí en un rincón mientras cada segundo se me echaba encima para aplastarme. Me dolía el roce del aire y las paredes encogidas.- Jordi- improvise excusas a mi proveedor habitual- sabes que te pagare.- Pero ya nadie se fía, la vida puede ser extremadamente corta después de un instante. Mis amigos tenían las dosis justas, la familia la cantidad exacta y no querían sacrificar ni uno sólo de sus días por mi torpeza. Me obligué a bajar por el cadáver del minino, cociné su cuerpo para recuperar algo de lo perdido y me lo comí sin más. Me empecé a sentir raro, distinto. Le maullé a la luna desde el tejado de casa, saboreé una nueva sensación de tener siete vidas y quise gastar una de ellas antes de volver a sentirme atrapado en mi cuerpo de cobardías.
LaRataGris
Miedos
18 abril 2010Me encerré. Tres cerrojos, siete llaves y dos alarmas por si acaso fallaba algo. Aún así la casa silenciosa me parecía un peligro terrible. Cualquier crujidito se convertía en una bomba para mis oídos, las sombras se confabulaban contra mí. Me rodeaba una masa gris parduzca, me oprimía su descaro inventando formas diabólicas que me hacían perder los nervios. Busqué un interruptor…me detuve al instante, no sabía si sería peor aquella estancia en penumbra o que alguien supiese de mí por la luz de una ventana. Bajé las persianas, espanté los pocos rayos de luz que se atrevían a cruzar por alli y me quedé en la más absoluta de las oscuridades.
Me prohibi escuchar, oler, degustar,… sentir cualquier cosa y, aislado, no me percaté del primer cerrojo, del segundo, ni del tercero. Reventó una cerradura y saltó la alarma. Dos, tres y cuatro, con la quinta la otra alarma, seis y en la séptima mi enemigo aprovechó mi miedo, no lo ví, estaba demasiado preocupado por mi imaginación y las cosas terribles que creaba para mi…
LaRataGris
Escrito por laratagris 














