El último hombre

25 mayo 2021

Con este cuchillo, se podía leer bajo la pieza, el ultimo hombre mató a su mujer.

No era más que el recuerdo de otros tiempos. Por solo un flack podías hacer la experiencia más vivida, por un misero flack contratabas un multiforme Gamínedo que ampliaba la información.

Mezclando pequeños enseres de costumbrismo terráqueo, en los que se multiplicaba para representar diversos papeles. Junto a las obras despachaba algunos monólogos de carácter mas académico.

-Es irónico- explicaba el experto, hablando en perfecta lengua modular- que la última mujer sobre la tierra se llamase Eva. Algunos de sus mitos hablan de una Eva, también, como la primera mujer, madre de toda la especie. Murió, al final, con un vástago en sus entrañas, como una broma macabra del destino.

Si Adán no hubiese sido tan impulsivo, si hubiese dejado de lado esa estúpida violencia contra las mujeres, hoy este recuerdo, y aquí siempre señala la hoja con algo de dramatismo, este cruel objeto se habría sustituido por un bolígrafo con el que firmaron la paz contra sus propios monstruos.

Impactaba ver las manchas de sangre seca, perfectamente conservadas; la reinterpretación de la escena del crimen y un video donde dos metamorfos fingían morir en bucle.

El legado de la locura, rezaba en la puerta para una exposición claramente en desuso. Poco había quedado de aquella cultura belicista.

Pronto, en una semana, sustituirán la exposición por algo más atractivo, mucho más interesante, y ya no quedarían ni los recuerdos.

LaRataGris


La civilización del asesino

13 marzo 2017

Caminaba recto, erguido como una tabla de madera, la cara mirando al sol. Su voz, profunda como la boca de un lobo, era potente, segura. Sabia lo que quería y exigía, ordenaba a su antojo. Estaba en un puesto de responsabilidad máxima, donde se le permitiría cualquier locura. Le habían asignado un equipo al que maltratar, que le odiaba por lo que representaba pero más por lo que era. si hubiesen podido le habrían clavado un cuchillo en el cuello. Aunque ahora, evidentemente, eran más civilizados, tanto que unos tenían que exigir mientras los otros callaban. Era una sociedad de expectantes asesinos que jamas se liberarían de sus restricciones.

LaRataGris


Mural para el túnel del terror

26 octubre 2016

Mural para el túnel del terror


Vacíos capitales

28 mayo 2015

Vacíos capitales


Uno y Salamandra

2 febrero 2015

-¿Cuantos como yo habrán existido?- se preguntó número uno- No los uno que cuenta la historia, ni los que son honrados con estatuas. Ya se de los importantes pero, en total, ¿cuantos son realmente los que han existido? Contando incluso a los más fugaces, los que, para que se les acabase rápido su mandato, fuero envenenados nada más jurar el cargo. ¿cuantos?- según sus elucubraciones: contando los años transcurridos en civilización, la duración de los famosos, la hipotética resistencia al cuchillo en la espalda…pudiera ser que fuesen más de mil números uno.

Su salamandra, de un color rosado y diamantes incrustados, se revolvía en su regazo con cada una de las dudas del amo- que absurdo- soñaba las palabras- preocuparse por tales menudencias mientras ostenta un cargo tan excelso. A quien le importa cuantos fueron los número uno si sólo eres un pelele en un puesto creado para fingir que todo funciona bien, igual que siempre. A quien le importa quien fuera la salamandra primigenia si soy yo su sustituta, si soy yo la que esta aquí.

Pero de nada servía lo que ella pensase; Uno se creía demasiado importante y tenía tanto tiempo para no hacer otra cosa que pensar en chorradas que las preguntas seguían flotando en su cabeza.

LaRataGris


Hasta que la muerte

15 mayo 2013

hasta que la muerte


Oportunidades

4 abril 2012

Oportunidades