
Sueldo de esclavo
30 mayo 2025El corsé de las palabras
16 julio 2024El escritor se sintió atado a las estructuras del texto. Las frases, los signos de puntuación, la acción de los verbos y el sujeto delimitado por adjetivos. Todo parecía pelear por un sentido mayor y, por eso, pillado en una contradicción, decidió apretarse un poco más para que las cadenas autoimpuestas le hicieran libre.
Se obligó a sus propias normas y decidió, cumplirlas a rajatabla: ¿Eres capaz de escribir un relato completo con una sola vocal?, se retó.
En medio de la página escribió, dibujó, en color rojo, una A mayúscula rodeada por un círculo y lo presentó al mundo.
Los anarquistas entendieron enseguida el guiño y construyeron su propio relato desde allí; hubo otros que hablaron de una arroba mayúscula, de un internet más maduro, alejándose de las naderías modernas pero, también, existierón las voces críticas: surgieron los que afirmaron que aquello no era un relato, era una suerte de humor gráfico, una tontuna, un yo no se que que je ne sais pas. Los editores que ¿Qué cómo ostias lo vamos a editar?
¡Ay!- gritaron los fans del sonido para congraciarse y luego se quejaron ellos mismos de que no era tan latina como esperaban.
– Siempre margináis a la u- lus utrus.
Lo tildaron de vocalista por no integrar las consonantes en su ecuación y, otros, le acusaron de escribir para minorías por lo mismo.
Se abrieron sesudos debates:
– La A simboliza al lince, idiota.
– No seas absurdo, subnormal. La A es la forma de caminar del compás.
También hubo quien lo reescribió todo y habló de la tristeza, del amor, la lujuria. Había aproximadamente una opinión inexacta por persona y, eso sí, alguno que se adscribía a cualquier definición lanzada con una mínima vehemencia.
Los vendedores de libros pidieron ediciones especiales, una segunda parte, complementos en revistas especializadas; con entrevistas y análisis pormenorizados.
la continuación podría ir de la E en semicírculo, tal vez un viaje al futuro del abecedario donde, estamparía una zeta morada externa a un triángulo.
Pero el escritor se sentía satisfecho. Exhalando un fuerte suspiro pensó en volver al corsé de las reglas oficiales, al menos de momento, mientras perdía la ocasión.
LaRataGris
La vida del mosquito
27 mayo 2024En el número treinta y siete de la calle Delicias vive Andrea con sus dos hijos y un mosquito gordo, bien alimentado.
Cada noche, Andrea, duerme con los ojos abiertos, atenta al lugar del que proviene el zumbido. En la oscuridad el blanco de sus ojos son como faros que el insecto usa para orientarse.
Surca el viento de su respiración, esquivando uno y otro de los manotazos de la soñadora.
A veces el mosquito invita a varios amigotes y les permite picotear su sangre gran reserva; en esas ocasiones acribillan a los niños sin remordimiento, sin conciencia.
Andrea, desesperada, ya no sabe que hacer. El bicho tiene una tolerancia espectacular a los insecticidas y es capaz de esquivar sus aspaviento como si le leyera la mente.
Nada ni nadie parece poder detenerlo, no hay leyes, no hay moral que lo frenen. Sólo es un prodigio de la naturaleza que vive en el treinta y siete.
LaRataGris
Rest Reset
13 abril 2021“Puede que sea cierto, que esto que voy a contar no halla ocurrido jamas. Con esa extraña cualidad que tienen las cosas para desaparecer en el tiempo, cuando a una nueva generación la sustituían por una novísima novedad”.
“Tampoco era un algo tan importante como para que se explique en los libros de historia. Es por eso que con el paso de los años, algo tan importante como para que se explique en los libros de historia, desapareció. Es por eso que con el paso de los años, y la ayuda de sus detractores, esto te puede sonar cada vez más a fantasía trasnochada.
Hubo una época en la que fuimos humanos, no es importante, no se explica, no solo eramos humano como concepto. Nuestro ADN parecía implicar, o unicamente motivar, actos de una pureza extrema, hace mucho tiempo, años”.
“Siempre podías encontrar alguna manzana pocha en el cesto pero, sin que lo explicaran los libros, en general todo parecía funcionar mejor”.
-Mamá,- dijo Carlitos -el abuelo vuelve a estar gaga con sus melancolías de siempre.
-Reinícialo y ponte a hacer los deberes.
“La pastilla azul para el reset, sin que los libros hablen, la desmemoria para que el viejo trasto no moleste. Silencio mientras dura el recuerdo del sabor. No regresar, solo si el olvido, que no puedo hablar en libertad, se me olvidara, y la melancolía volviendo a vencer”.
LaRataGris
Escrito por laratagris 












