
Sosteniendo en una dirección
3 noviembre 2025La importancia de nada
6 mayo 2025Aunque mi nombre es de sobras conocido no está de más que me presente: Soy el amo del tiempo; creador de incertidumbres, viajero sin hogar viviendo en un rincón cualquiera del multiverso.
Aparezco y se extiende el rumor, desaparezco y el murmullo se eleva.
Gritan mi nombre a modo de invocación, me hacen presente y se maravillan.
Soy la palabra, soy luz, viento, mar, me extiendo como la plaga. Rico en sabores, agrio para quien no me paladea.
Soy el todo y, en amplitud, nada de importancia. Recto, soberano, populacho y león y hormiga, indiscutible, insignificante soy.
– ¿Quien? – le preguntó. Había pasado el tiempo y nadie reconocía su importancia. Solo era un texto en un libro olvidado. Ismael cerró las páginas, pensó: Que rápido que se pasa todo.
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Los mejores amigos
11 febrero 2025Los mejores amigos se separaron un viernes de diciembre. Hacía frío, su relación ya no calentaba.
Una última broma y, desde ese instante, encuentros fortuitos.
El tiempo no siempre hace su trabajo, no todo lo arregla. Aunque a veces vuelve a ser cálido a veces no.
– Adiós
– Adiós
Y seguían siendo amigos de los que hacen daño de verdad.
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Fugaces
5 agosto 2024No era más que un segundo, un instante tan bonito que le pretendían las horas. La una, las dos, las tres,… Tanto daba si era de mañana o de tarde, la noche más profunda también quería que aquel fuera uno de sus momentos.
Para convencerlo le mostraban el tic tac de su paso, le ofrecían un lugar preponderante en la esfera de su reloj.
– Podrías ser el cambio de hora- le tentaban-. Incluso, si quieres, puedes ser el segundo que se aleja de un día para entrar en el siguiente- le decía la medianoche.
Le regalaban los oídos, le suplicaban, le exigían pero el se fue como un suspiro, solo y sin darse cuenta.
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Vida tópica
22 junio 2021Me duele la espalda. Me levanto con los tópicos. La vida fluye, el desayuno fugaz y salgo a la calle con los párpados aún pegados.
Casi sin saludar me cruzo con la rutina en el metro, viajando hasta paradas parecidas. Se despedirá sin tan siquiera un adiós que llevarse a los labios.
-Buenos días, trabajo.
-No pierdas el tiempo.
Activado como un autómata me olvido en los pasillos de las mil puertas. Funciones pregrabadas se repiten incesantes, como ruedas del engranaje. Me cruzo con compañeros ocupados en lo suyo .
-Eh
-Eih
Malgastamos cada segundo en las cosas que le importan a la empresa. Acumulamos todos los milisegundos que podemos para poder canjearlos por una salida pactada.
Rutina regresa en forma de cansancio.
Bailamos tirados por el suelo y desconectamos nuestras funciones vitales hasta que, en un instante cualquiera, vuelven a amanecer los tópicos y podemos morder de nuevo el mismo trozo de deliciosa vida.
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El gran conejo blanco
29 diciembre 2020El día no podía empezar mejor. La noche se había consumido como la llama de una vela, escapando en aromáticas volutas de humo.
El gran conejo blanco se sentó a mi lado, saboreando la mañana. No teníamos prisa y el mundo, por un día, iba a ser un lugar maravilloso.
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Crecer juntas
8 septiembre 2020¿Qué es esto de ser padre? Doce años y aún no se ni como funciona, la fórmula secreta.
-¡A un lado que es un vendaval!
Intento aprender todo lo que mi niña me deja. Si ella crece crezco, es endiabladamente rápida y la veo pequeña, tan chiquitita pero no, no tiene tiempo de quedarse quieta. Intento seguirla mientras viaja sola. Ella crece más que yo y yo crezco con ella.
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El último hombre sobre la tierra
5 diciembre 2017Nada hacia pensar en Juan como alguien extraño. En términos generales era como cualquier otro hombre: un bípedo de orgulloso colgajo balanceándose ajeno a su voluntad. Era, en el sentido más clásico del término, un macho de homo sapiens, aunque quizá tu quieras catalogarlo como a un neanderthal. Puede que esa forma de comportarse tan simiesca fuera lo que más resaltaba en comparación a otros humanos, daba igual del genero que fuesen.
Evidentemente no pertenecía a este tiempo, aunque él se sentía pegado al lugar. Se creía el dueño de todo y todas. Sus padres lo habían educado como a un todopoderoso, un amo sin poder real, vestigio de otra realidad que, en realidad, quedaba lejos. La gente, algo más evolucionada, había empezado a mirarlo como a un bicho raro, sin cabida en el mundo. Y el mundo, que giraba incluso con él, hubiese sido un lugar más tranquilo sin sus tonterías. Por eso al morir, aunque desaparecía el último hombre sobre la tierra, se acababa una especie, nadie lo echo de menos, nadie intento salvarlo.
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Y de mono a cucaracha en: Payhip o Comic Square
Escrito por laratagris 









