Nadie sin casa

18 junio 2021

Quebrar


Grupos de cuarentena

20 marzo 2020

Grupos de cuarentena

 

v


Ningún niño sin su juguete

6 enero 2017

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Toda la vida

5 agosto 2016

Toda la via


La casa del vampiro

16 febrero 2016

Ernesto abrió la ventana para que entrase el vampiro.

– Pasa libremente, esta es tu casa.- dejó tras de si la noche sin estrellas, moviéndose como una brisa juguetona. Primero apoyó sobre el frío suelo su descalzo pie izquierdo.

Unicamente llevaba una gasa semitransparente, de color negro, flotando sobre su piel pálida. Una sonrisa dibujo unos largos y afilados colmillos.

Tranquilo revoloteo por toda la habitación, parándose en los libros de la estantería, buscando entre viejos vinilos algún grupo que pudiese reconocer. Se clavo, sin darse cuenta, una pequeña chincheta y continuo mirándolo todo con desinteresado interés. De repente pareció darse cuenta de Ernesto y de una forma inesperada se lanzó sobre su yugular, arrancándole brutalmente la vida. Le mordió hasta dejarlo tendido, sin sangre que le diera color. Más tarde se marchó, dejando bien cerrada la puerta para que nadie más pudiese entrar en su casa.

Ernesto seguiría siendo su guardián aún cuando ya no podía ni seguir pagano su hipoteca.

LaRataGris


Libres

23 mayo 2012

libres


La ciudad hipotecada

10 septiembre 2011

Esta escrito en la historia de los objetos, en las piezas con corazón que llenan mi ciudad. Hay mucha gente que no sabe leer entre las líneas de lo que le rodea y le pasan desapercibidas las cosas pequeñitas e insignificantes. Saben escuchar muy bien los ruidos fuertes, las palabras agitadas y las mentiras que quieren ocultar la realidad.

El poder contrata asesores que les traduzcan los relatos y sean capaces de reescribir finales a callejones sin salida, plazas sin bancos y fuentes sin agua…

Esta narración es real, sucede en mi barrio ahora pero comenzó con la crisis. Justo en el instante en que unos ricos decidieron que necesitaban más, que jamás sería suficiente y, mis vecinos, empezaron a no tener para pagarles. Se vieron obligados a coleccionar facturas, recibos impagados y esquivar el hambre y la sed con ingenio o, más bien, con lo poco que no les habían quitado aún.

Pero esto no sucedió, no lo vio nadie o no lo quisieron ver. La pobreza se quedaba de puertas para dentro y en la calle tenías que leer para enterarte de lo que le estaba pasando a gente que te había rodeado desde que eras pequeño. Los políticos lo hicieron lo mejor que sabían, que no era demasiado. Únicamente descifrando el cariño de la fuente se entendía la tristeza en los rostros de los desheredados.

Aquella fuente había estado allí desde que yo recuerdo. Pocas personas se paraban a beber de ella pero cada vez más llenaban garrafas y cubos para completar los grifos que no se podían permitir y tener un poco de agua potable en casa. Se formaban colas con todas las razas representadas, inmigrantes y autóctonos podían llegar a formar una cadena de peregrinos en busca del tesoro líquido. El único rasgo común de todos ellos era el de ser pobres sin futuro.

La izquierda, más preocupada por el dinero que no les llegaba para obras sociales, no se dieron cuenta de sus hijos caídos, no pensaron que a veces la mejor obra es la que ya esta hecha. Miraban para otro lado cuando la derecha reinterpretaba el cuento y hablaba de delincuencia juntándose, ladrones que le costaban demasiado al ayuntamiento. Arrancaron la fuente, cerraron las heridas de la tierra el mismo día y les explicaron a todos que el que quisiera agua tenía que contratarla, pagarla de su propio bolsillo e hipotecarse junto a la ciudad que no les pertenecía, vivían del aire prestado hasta que encontrasen el objeto que les permitía tanto.

LaRataGris


¿¡ Los sacaremos de su crisis !?

14 julio 2011

¿¡ Los sacaremos de su crisis !?