El pequeño gigante

21 junio 2022

Por supuesto que él era un gigante. El espejo no mentía y siempre tenía que agachar la cabeza en todas las casas para no darse con el techo. Podía respirar las nubes o bailar con las canciones de las estrellas y, aun así, los diminutos seres con los que compartía ciudad no le mostraban el debido respeto.

Si con un soplo de aire podía barrerlos de la faz de la tierra, si de un solo manotazo era capaz de matar a un millón ¿por qué no agachaban la cabeza?

Los pobres incautos lo trataban con normalidad, le saludaban, mantenían conversaciones en las que lo incluían sin huir despavoridos ¿Por qué?

-Es que-le explicó su mejor amigo- estamos educados en el respeto a la diferencia, no eres tan grande como crees y la vida no debería ser una lucha de humanos y gigantes, eso sería devastador para la tierra.

En ese mismo instante su cabeza exploto ante la revelación, todo tenía sentido. Empezó a verse como uno más construyendo un mundo mejor.

laRataGris


Diálogos imposibles

9 julio 2021

Quebrar


Insulto unidireccional

31 mayo 2018

Insulto unidireccionalVolando voy


Seguir caminando

31 diciembre 2016

Seguir caminando


¿Cuanto puede vivir el PsoE sin cabeza?

3 octubre 2016

¿Cuanto puede vivir el PsoE sin cabeza?


Tormentos

27 agosto 2015

Tormentos


La historia al vérres

20 julio 2015

Al revés: dicese de algo o alguien que esta del lado contrario al que le tocaría, de forma literal o metafórica.

Ya en el siglo XV empieza a identificarse individuos con pies por cabeza a los que se les denomina los berréicos, por los berridos que proferían durante los festivales de la luna nueva. Es más tarde, a finales del mismo siglo, que se acortaría para reconocerlos como los al vérres, termino actualmente en desuso por el más común, al revés. Con el paso de los años fue ganando fuerza una concepción más genérica de la palabra para dejar de ser mera mofa del grupo anteriormente citado. Es en este punto cuando obtiene un significado más amplio, llegando a describir cualquier situación anómala. De echo, entrados ya en el nuevo siglo, desaparecen todos los miembros berréicos y se deshace la sociedad, pasando a ser al vérres vox populi de su segunda acepción.

No se sabe muy bien ni cuando, ni por qué, desaparece la raiz al vérres por la inversión silábica. Se cree que el mismo populacho decidió que fuese una broma, escribir al vérres al reves, el que fue aceptando la sustitución del termino correcto por el incorrecto. Las juventudes de las élites acaudaladas de la época acaban por usarlo como diferenciación respecto a sus mayores e incluso los adultos acaban por adoptarla para aparentar cierta mocedad.

Finalmente la real academia de la lengua se ve obligada a aceptar el termino en uno de sus primeros decretos, halla por el mil setecientos trece, abrumados por el uso popular. Primero como una nota aclaratoria de la palabra inicial pero, actualmente, borrando cualquier rastro de su etimología.

En nuestros días a llegado a desaparecer de infinidad de textos que se han ido adaptando a los tiempos modernos. Prueba de ello todo un fragmento del quijote en el que Sancho intenta hacer entrar en razón al noble caballero sobre el uso correcto de al vérres en una discusión tabernaria, hoy ese pasaje parece no haber existido.

Ya en el presente, algún autor contemporánea, ha intentado reintroducir el termino con escasa fortuna, convirtiéndose inmediatamente en objeto de burla por parte de compañeros menos informados.

Desde la plataforma por la recuperación de termino en desuso queremos romper una lanza en favor del hermoso vocablo y devolverle su corrección académica.

En palabras de Lorca en su conocido haiku al vérres: que el pasado nos muestre el futuro. No debemos permitir que el futuro sea el que reescriba el pasado.

LaRataGris


Uno y Salamandra

2 febrero 2015

-¿Cuantos como yo habrán existido?- se preguntó número uno- No los uno que cuenta la historia, ni los que son honrados con estatuas. Ya se de los importantes pero, en total, ¿cuantos son realmente los que han existido? Contando incluso a los más fugaces, los que, para que se les acabase rápido su mandato, fuero envenenados nada más jurar el cargo. ¿cuantos?- según sus elucubraciones: contando los años transcurridos en civilización, la duración de los famosos, la hipotética resistencia al cuchillo en la espalda…pudiera ser que fuesen más de mil números uno.

Su salamandra, de un color rosado y diamantes incrustados, se revolvía en su regazo con cada una de las dudas del amo- que absurdo- soñaba las palabras- preocuparse por tales menudencias mientras ostenta un cargo tan excelso. A quien le importa cuantos fueron los número uno si sólo eres un pelele en un puesto creado para fingir que todo funciona bien, igual que siempre. A quien le importa quien fuera la salamandra primigenia si soy yo su sustituta, si soy yo la que esta aquí.

Pero de nada servía lo que ella pensase; Uno se creía demasiado importante y tenía tanto tiempo para no hacer otra cosa que pensar en chorradas que las preguntas seguían flotando en su cabeza.

LaRataGris


Huida con la llave de la razón-Esa alegría de estar rota

17 noviembre 2014

Huida con la llave de la razón

Esa alegría de estar rota y llegar a ningún lado

 

Encima de todo llegué tarde

al club, noche de lluvia encima de mí,

encima esa nube de cigarrillos y cervezas.

Contra la ira de la multitud, mi sonrisa,

aunque contra mí el rompecabezas urbano

en el tejido contra mis ideas mi cráneo

yo, encima contra la rubia de la barra y sus tetas.

Estridencia, rock y algo de dulce fastidio

ante la estupidez de tus razones

mi razón constante y ante el hueco de mi cabeza,

que eres tú pero no lo sabes, la costra de mi rebeldía

ante todo esta calle del club donde te pierdo

porque ante el abismo de hastío, ese que me dejas,

una tocada y una noche y una ligera sorpresa, mi sonrisa,

que aborda ante el escenario un bajo. Lo enchufé

tarde también, pero toqué y sonreí y te olvidé. Pero no eras tú,

era ese cuerpo de razones tuyas encima de mi amor

contra mi deseo erótico de ti ante tu cuarto sin un ápice de diversión.

Rómulo Pardo Urías

Imagen: LaRataGris

Poema: Rómulo Pardo Urías

Voz: Hélène Laurent

La poesía muerde


Caricarcelista

26 octubre 2014

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