Descripción de una pena

31 julio 2018

No era muy grande, metro sesenta y poco. De ojos tristes y palabras esquivas, casi inaudibles.

No tenía nombre y siempre caminaba a mi lado, para no perderse. Yo, que sabía de su presencia, prefería ignorarla mirandola.

Mi pequeña pena por todo. No había felicidad en el mundo que pudiese saciar tu hambre.

Yo te cogía en brazos cuando te veía demasiado cansada, seguía llevándote conmigo porque, de alguna manera autodestructiva, yo te quería incluso cuando ya no podía quererte.

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En cambio, hecha de alegrías


Tradición familiar

3 diciembre 2015

-La incisión ha de ser limpia, elegante, una sutileza casi invisible. Si lo haces bien la víctima ira perdiendo su sangre de una forma suave, su musculatura dejara de responderle y la angustia de morir sera peor que la propia muerte.

Papa era un poeta extraño, siempre tan amable con los vivos. Cuando se cruzaba con mama, él, le tendía la mano y bailaban como en una de esas películas en las que todos saben donde colocarse para que los pasos sumen una coreografía perfecta.- Nunca- me decía con la mirada- debes dejar que vean que llevas un cuchillo en la otra mano- y bromeaba pasándole la hoja por la espalda, sin que ella se diese cuenta.

Por las noches me despertaba con el indice apoyado en los labios y un siseo casi inaudible para no levantar a mama- Vístete,- me susurraba- nos vamos de cacería.

Jamás repetíamos el tipo de víctima. Aunque a veces podían coincidir, aleatoriamente, varios rasgos, ningún patrón debía apuntarnos.-¿qué te enseñe con la última chica?

– A ser sutil- entonces asentía para luego contradecirme

– Bien, pero así ya hemos matado y no queremos un asesino en serie que sea reconocible. Queremos que puedan tener tantos sospechosos como muertes a nuestras espaldas, que diversifiquen sus acciones- y fuimos tan diferentes en cada uno de nuestros crímenes que no tuvieron recursos suficientes para encontrar a tantos sospechosos.

A veces eramos precisos, en ocasiones nos volvíamos tan torpes que teníamos que golpearles mil veces antes de acertar en un punto vital. Troceábamos, triturábamos, quemábamos o invocábamos a satan para degustar el opíparo festín.

El día en que murió papa yo ya tenía ocho años de experiencia y estaba dispuesto a continuar su legado. Aproveché el momento para que diversas pistas apuntasen hacía él y tracé mi propio plan. Antes repase todas nuestras obras, sin estar empujado por la nostalgia, busque algún pequeño error, los matices que la hacían tan grande. Fue en ese instante cuando descubrí el patrón. Aún con el cuidado extremo que había puesto mi padre en que fueran obras inconexas, todas seguían una idea común: dos seres humanos mataban a otro. Esta vez tenía que pensar más a lo grande, poder matar una ciudad de golpe.

– Perfecto- el fantasma de mi padre asintió complacido. Me acompaño en todos los preparativos, guiando mis manos entre sus papeles, me enseño los secretos de su diario de guerra y lo fácil que eran las bombas de fabricación casera.

En cierta manera era demasiado sencillo, con ingredientes excesivamente comunes. Cualquier idiota sin una visión artística podría hacer mucho daño para nada.

Las siguientes semanas las dedique a dejar los artefactos esparcidos por toda la ciudad. Sólo el tictac incesante delataban sus perfectos escondites, pero nadie estaba atento como para descubrirlas. Yo mismo llevaba sobre mi la última, esta dispuesta para estallar en cinco minutos, provocando un efecto domino y un silencio. No quedara nadie para inculparme- ¿verdad papa?

-claro, hijo. Nuestra obra más completa- y una emocionada lágrima cae en los últimos segundos, cuando se da cuenta de que borrar los recuerdos es la única forma de matar a un fantasma, una de las pocas muertes que aún no hemos hecho.

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La narración desde el punto de vista de un villano carismático, sin dobleces, es malo sin más: ni un antiheroe, ni un incomprendido.- Esta era la premisa para este reto de Insectos comunes ¿Crees que lo he conseguido? ¿Crees que lo han conseguido el resto de insectos?

El juicio de Manu LF

Cazar de Daniel Centeno

Discurso y castigo de Luis Ernesto Molina Carrillo

David Vine de Jean Rush


Los malos

9 noviembre 2015

– Apaga las luces- últimamente el presidente multiversal esta demasiado sensible. Le molestan los brillitos, los olores, los ruidos,…-¡ No formes ese alboroto para bajar el jodido interruptor!

Le gustaba sentarse en su elegante despacho, escondido del mundo- pronto llegaran los malos ¿Sabes cuando llegaran los malos? Ojala nunca lleguen- y cruzaba los dedos para que jamas sucediese.

Los malos eran los otros, los que no pensaban igual que él. A la gente le gustaban los malos, coreaban sus nombres y los empujaban para que tomasen el poder. No había legión capaz de detenerlos sin matar primero al pueblo entero. Había intentado asesinar a su líder y, de hecho, le habían disparado, por orden presidencial, una bala entre ceja y ceja. – lo he destruido y le siguen aclamando- se derrumbaba sabiendo que una vez muerto le seguirían votando, el cadáver ya no podía defraudarles. La gente se había sentado, esperaban sin hacer nada, toda su actividad se reducía a ver venir los malos, igual que el presidente, aunque ellos necesitaban que apareciesen y echasen a los buenos.

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Disparate

22 enero 2015

Disparate


Ni borrón ni cuenta nueva

28 noviembre 2013

Ni borrón ni cuenta nueva


Una historia absurda

17 septiembre 2012

Empezó juntando palabras inconexas de un mundo que nadie podía ver. No era un verdadero principio pero infinitos ojos se posaron sobre los labios del escritor para leer todo lo que no podían reconocer en la realidad. Por eso se determino que el erase una vez… se pronunciase en aquel momento tan suave y erase una vez miro un poco mas allá, describiendo extraños atardeceres formados de poesía. Hablo por las lenguas alienigenas que lloraban nuestros mismos miedos, las que reían idénticas mentiras con las que maquillar sus propios dolores. El verde era amarillo en esos relatos y el rojo olía a caramelo de menta pero sabia a melón. Todo resultaba tan extraño que erase una y mil veces en lo que parecían cuentos que fabricaban una nueva vida que todos decían comprender sin saber si aquella afirmación era cierta.

Cuando decidieron preguntarle al constructor de mundos, que era como habían bautizado al escritor, el se autoproclamo el destructor de lo conocido. Y todos sus seguidores se preguntaron si habían entendido algo tras aquella entrevista. – no me entienda mal- hablo en confianza con el guapo presentador- yo no recreo otras realidades. Lo que pretendo es demostrar que la nuestra es imperfecta….quiero- pensó lo que tenia mas que estudiado- necesito destruir todo esto para que nuestro mundo pueda ser transformado en algo mejor.- Aquello descoloco a todos los que buscaban una salida fácil, no era el escapismo deseado y ya no podían fingir la implicación que se les exigía.

-Lo que esperáis de mi,- añadió- todo lo que necesitáis entender de lo que os escribo no son mas que vuestras ilusiones. Como las normas del lenguaje escrito, repleto de absurdos para los vagos que no sepan pensar o razonar. Una irracionalidad arcaica y perniciosa que consume nuestra inteligencia en recordar cosas fácilmente deducibles. Erase una vez- grito cuando el principio ya había sido hace tiempo- No hay normas esto es caos por destruir.- pero ¿quien podía aplaudir aquella locura?, había perdido la cabeza y preferían pensar que hablaba del mundo del mañana. Borraron la entrevista y todo fue como tenia que ser.

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Un plan perfecto

16 septiembre 2011

Irene trazó un plan perfecto para quedarse con su hija toda una vida. Pintaron un cuento de hadas y escaparon hacía dentro por cualquier camino alejado, zigzagueando a través de bosques y montañas, cruzando ríos y tres océanos hasta llegar a un rincón secreto y resguardado donde ser felices.

El planeta notó que desaparecían, que le quedaba un hueco en su estomago y las tripas le gruñeron de hambre. El rugido del vientre sirvió para adiestrar a sus cachorros en el odio. Olisquearon el viento y se lanzaron al infinito en busca de carne fresca.

Aullaron insultos y amenazas a las presas huidas. Crujieron los dientes y arañaron suelo y cielo con sus fuertes garras. Los gritos de la jauría oscurecieron las nubes hasta conseguir que llovieran salvajes sobre toda la tierra. Volaron por huecos insignificantes, pequeñas rendijas por las que nunca hubiese podido pasar un corpulento animal.

En la casita de Irene el techo se derrumbo bajo el peso de las gotas-palabras, los cristales se quebraron por el miedo y ella empezó a pensar que su plan, quizá, no era tan perfecto.

Cuando escapó no pudo llevarse demasiadas cosas. Algunas herramientas que le cabían en la mano y muchísimas ideas. Por encima de cualquier material recogió todas sus reflexiones, conocimientos e imaginación, lo guardo en su cajita con forma de cabeza y empezó a utilizarlo en cuanto vio los destrozos. Juntas construyeron un tejado de paraguas, sustituyeron los vidrios por burbujas de jabón y cerraron la grietas, por donde habían entrado las nubes de tormenta, con palabras de lucha y libertad.

Cuando los lobos notaron donde no podían seguir bramando se agolparon ante las fisuras tapiadas. Golpeaban sin piedad, intentando abrirse hueco hasta las dos mujeres que, asustadas, seguían con su vida normal para no perder antes de tiempo. Irene enseño pensar a su niña, a elegir, calcular y montar revoluciones perdidas que acabarían ganando. A cambio ella le dio felicidad, seguridad y amor.

Su mundo acabo precipitándose. Los perros del sistema intentaron separarlas, chillando que era mejor para que no sufrieran…Pero Irene y su hija habían trazado un plan perfecto durante el tiempo en que tuvieron para estudiar. Habían vuelto a escapar por un camino pequeño, habían regresado a su cárcel mientras los lobos se ensañaban con muñecos vestidos de ellas. Le sonrieron al mundo, le dijeron que ya las podía utilizar y, mientras eran perdonadas, tejieron una red invisible entre otros desheredados.

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